El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que las deficiencias e irregularidades en las residencias de mayores en cuanto a sus recursos y medios siguen creciendo en nuestro país, mientras la patronal privada, que gestiona tres de cada cuatro centros, continúa generando grandes beneficios en un “lucrativo negocio” que no responde como debería a las necesidades de atención y cuidados de un colectivo social tan vulnerable.
A pesar de que numerosos partidos y gobiernos se han comprometido a mejorar la situación de este tipo de centros, las enfermeras y fisioterapeutas que trabajan en las residencias siguen sufriendo graves problemas y deficiencias que tienen una repercusión directa y muy negativa en un importante porcentaje de los cerca de 400.000 mayores que ocupan una plaza en nuestro país.
SATSE denuncia el aumento de deficiencias e irregularidades en las residencias de mayores
SATSE recoge desde hace tiempo cientos de quejas y reclamaciones de profesionales de Enfermería y Fisioterapia que trabajan en las residencias con un mismo “denominador común”, la falta de recursos materiales por no contar con la financiación suficiente y el déficit de plantillas.
“Esta lamentable realidad provoca que los mayores que residen en estos centros no reciban la atención y cuidados que se merecen, teniendo en cuenta, además, que son un colectivo especialmente vulnerable y frágil, al ser dependientes o personas pluripatológicas y con procesos crónicos de salud en el 80 por ciento de los casos”, apuntan desde la organización sindical
Según SATSE, se trata de una situación que es especialmente censurable en el caso de las residencias privadas, las cuales cobran una media de 2.000 euros al mes por cada residente. Un “lucrativo negocio” que llevó ya hace unos años a grandes fondos de inversión y de capital riesgo, aseguradoras, constructoras y compañías participadas por grandes fortunas a copar el capital de las principales empresas del sector.
En lo que respecta a la atención y cuidados a los residentes, el principal problema denunciado por los profesionales es la falta de tiempo y recursos para realizar su labor, ya que existe un gran déficit de plantillas y sus condiciones laborales son muy precarias. Se dan numerosas situaciones en las que tienen que atender hasta 200 mayores residentes con los consiguientes riesgos para la salud de los mayores y también, a medio y largo plazo, la de los propios profesionales.
Por ello, SATSE viene reclamando, desde antes de la pandemia del COVID-19, que se cambie el actual modelo existente y se implementen medidas y actuaciones que garanticen una asistencia y cuidados seguros y de calidad a los mayores. Un modelo en el que las enfermeras, por su formación, cualificación y competencias, pueden hacer frente a todas las necesidades de gestión, dirección y coordinación que se requieran para responder de forma integral, coordinada y eficiente a las necesidades de atención y cuidados.
Asimismo, el Sindicato reclama la realización de auditorías exhaustivas e independientes en todos los centros sociosanitarios, ya sean públicos, privados o concertados, cuyas conclusiones se hagan públicas, y que se establezcan protocolos y normas básicas de obligado cumplimiento en aspectos tales como la atención sanitaria y cuidados, higiene, alimentación, ocio y tiempo libre, ejercicio y apoyo psicológico de los mayores residentes.
Por último, SATSE recuerda que en, en el marco de la Comisión para la reconstrucción social y económica de nuestro país, en el Congreso de los Diputados, los partidos políticos acordaron la puesta en marcha de numerosas medidas y actuaciones para garantizar una atención adecuada en los centros sociosanitarios, “pero, a fecha de hoy, más de dos años después, no se ha hecho prácticamente nada”, concluye.