La Dirección General de Tráfico te multa por cometer uno de estos tres errores al hacer una rotonda
Multa por velocidad excesiva, salir desde el interior y no respetar a los ciclistas
Las rotondas son una estructura necesaria para la correcta circulación vial; tienen el objetivo de mejorar la fluidez del tráfico y reducir los accidentes.
Sin embargo, muchos son los conductores que incurren en malas prácticas que pueden acabar en siniestros y que a su vez, conllevan a múltiples sanciones de hasta 500 euros. Del mismo modo en que la Dirección General de Tráfico (DGT) persigue que se cumplan unas normas básicas en las glorietas, también anuncia que las multas por incumplirlas pueden costar hasta 500 euros.
La DGT recuerda que estas son las tres infracciones más comunes en glorietas: entrar a la glorieta con una velocidad excesiva, dirigirse a una salida desde el interior de la rotonda y salir de ella sin dar prioridad a los ciclistas.
Velocidad excesiva
El exceso de velocidad es considerada una infracción grave y según el organismo regulador de tráfico «puede producir una colisión con otros vehículos que entran a la velocidad reglamentaria. También puede ser un riesgo para los peatones que crucen la calzada en la salida de la glorieta». La multa por cometer esta infracción está penada con 500 euros de multa.
Salida desde el interior
Los vehículos que salen directamente por el interior cruzándose por delante del resto de carriles provocan riesgos de colisión contra los que circulan por el carril exterior. Esta práctica es muy habitual en España, pero es ilegal y la multa por cometer esta maniobra es de 500 euros y la retirada de seis puntos en el carné.
Prioridad al ciclista
Cuando hay ciclistas circulando en cualquier tipo de vía se debe mantener una distancia de seguridad y prestar más atención, más aún si cabe si se trata de una glorieta.
Si el conductor no señaliza correctamente puede provocar un riesgo con el ciclista, que tiene prioridad. La infracción está castigada con 500 euros y la retirada de seis puntos del carné.
Jorge Garrido