la Directora General del Cuerpo, María Gámez, ha mantenido una reunión de trabajo con los responsables del Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). En ella, le han explicado cómo ha trabajado el Grupo, dedicado a combatir el cibercrimen, especialmente desde que se decretó el Estado de Alarma.
El Teniente Coronel Juan Rodríguez Álvarez de Sotomayor, ha explicado las principales actividades que han desarrollado en estos meses. Centradas principalmente en fomentar la comunicación tanto con las empresas como con los ciudadanos habilitando diferentes canales para que pudieran informar sobre ciberincidentes relacionados con ciberataques y ciberfraudes. En este sentido, ha destacado que ha sido muy importante la conexión y comunicación con las empresas y organismos dedicados a la ciberdelincuencia. Porque ello ha propiciado que se hayan podido evitar e investigar este tipo de delitos. Concretamente, han sido casi 400 los contactos con empresas de telecomunicaciones, tecnológicas, logísticas, financieras o de comercio electrónico, entre otras.
Al inicio de la declaración del Estado de Alarma se puso en funcionamiento el correo electrónico ciberestafas@guardiacivil.org que ha recibido más de 13.000 comunicaciones, con una media de 160 diarias.
Delitos de abuso y explotación sexual
Con respecto a las tipologías delictivas, el jefe del GDT ha explicado que se han producido dos fases diferentes. Mientras que en las primeras semanas de confinamiento se detectó que los ciberdelincuentes adaptaron sus formas de actuar intentando engañar a las personas con productos y temas relacionados con el covid-19, en las últimas semanas se ha constatado que han vuelto a lo que podríamos denominar “estafas habituales”.
Pero si hay un asunto al que se ha prestado especial atención durante el Estado de Alarma son a los delitos relacionados con el abuso y la explotación sexual de menores en internet. Han experimentado un incremento significativo en estos meses. Por lo que se han abierto varias operaciones policiales. Estas operaciones son muy complejas de realizar. Son los Equipos de identificación de víctimas y las bases de datos gestionadas por Interpol. En las que los diferentes cuerpos policiales del mundo graban las series que se detectan de material pedófilo. Algo que ayuda enormemente a los investigadores para localizar a los productores de las mismas y poder proceder a su puesta a disposición judicial.