El año pasado hubo más de 200.000 denuncias por estafas. Desde 2010, esas denuncias se han multiplicado por dos, sobre todo porque las nuevas tecnologías permiten a los delincuentes llegar a más gente.
Cuando el Aquarius atracó en España, la Policía alertó de que varias personas en las redes sociales pedían dinero para los 600 inmigrantes y era una estafa.