El COVID-19 está provocando una emergencia en el cáncer.
La AECC alerta de que el COVID-19 está provocando una emergencia en cáncer.
La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 está provocando una situación de emergencia en cáncer. El coronavirus está provocando un impacto económico-laboral, sanitario, psicológico y científico en una población ya de por sí vulnerable. Esta es la alerta que lanza la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). A la vista de los primeros datos de demanda de ayudas sociales y del estudio “Malestar psicológico en pacientes de cáncer durante el confinamiento del COVID-19”.
Posibles aplazamientos en los tratamientos, retrasos en las pruebas, consecuencias del confinamiento y la paralización del país para ganar al COVID-19. Están provocando una emergencia en cáncer de la que la AECC alerta para estar preparados y hacerle frente.
Esta alerta se le ha hecho llegar al Gobierno de España y a la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Con el objetivo de que se tenga en cuenta la situación de la vulnerabilidad de esta población. Asimismo se diseñen medidas ajustadas a sus necesidades y se proteja a las familias con cáncer.
Para ello, la AECC se ha puesto a disposición tanto del Gobierno como de la Comisión para ayudar en todo lo necesario para dar respuesta al desafío de las enfermedades oncológicas después del COVID-19.
Estudio en más de 2.000 personas diagnosticadas de cáncer en España durante el confinamiento
En otro orden de cosas, el estudio realizado por el Observatorio del cáncer de la AECC durante el confinamiento a más de 2.000 personas diagnosticadas de cáncer en España ha tenido como objetivo determinar la prevalencia de trastornos psicológicos. En estos en pacientes y los factores que influyen en su aparición. Así como, en segunda estancia, poder determinar los programas de intervención y soporte más necesarios para ayudar a este grupo de riesgo.
Carmen Yélamos, responsable del Servicio de Atención Psicológica de la AECC, destaca que:
«El estudio ha querido conocer de cerca cómo es el impacto psicosocial que el virus y el confinamiento están produciendo en las personas con cáncer. Detectar cuáles son sus principales preocupaciones en estos momentos y los niveles de ansiedad. así como la depresión. Por ello es necesario para poder identificar qué tipo de intervenciones psicológicas y sociales son las más adecuadas para ayudarles a afrontar esta difícil situación por la que están pasando”.
Una de las principales conclusiones que se extrae del estudio es que las personas con cáncer se muestran bastante más preocupadas por la pandemia que la población española en general.
Para Belén Fernández, responsable del Observatorio del cáncer de la AECC, “la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha generado una emergencia en cáncer que afecta directamente a la población con esta enfermedad. Por ello, la Asociación ha comenzado a analizar cómo va a afectar esta crisis sanitaria a las personas con cáncer a todos los niveles. Además los primeros datos apuntan al aspecto psicológico. Donde las consecuencias del confinamiento han provocado un porcentaje elevado de personas con cáncer con problemas de ansiedad y depresión”.
“Es importante destacar el estudio se ha realizado en pleno confinamiento español, antes de que se aprobaran las primeras medidas para salir de nuestros domicilios, entre el 16 y el 25 de abril de 2020”.
Emergencia en el cáncer
La Escala de Malestar Psicológico de Kessler K-6, es la utilizada como instrumento de medición. Así ha revelado que el 34,3% de la población con cáncer ha sufrido ansiedad y depresión durante el confinamiento. Mientras que, un cuestionario psicosocial complementario ha permitido conocer las diferentes variables asociadas a dichos trastornos psicológicos:
- El empeoramiento de la situación económica
- La contaminación informativa y la gestión de la información
- El miedo al contagio
- Los retrasos en las pruebas
- La edad del paciente
De este modo, el informe revela que los pacientes más susceptibles a padecer trastornos de ansiedad y depresión son aquellos adultos de entre 18 y 24 años. Recién diagnosticados. En situación de desempleo o con ingresos inferiores a los 1.100 euros, y con dificultad para gestionar la información en el contexto de la Covid-19.
El estudio contará con una segunda fase, dentro de seis meses. Esta evaluará y comparará los resultados obtenidos con la presencia de estrés postraumático y variables asociadas en las personas con cáncer, una vez acabe el confinamiento.