Desde la entrada en vigor del decreto, Barcelona obliga a los VTC a tener una longitud de 4,9 metros para poder operar. Una medida que parece no tener una base demasiado sólida y a la que la empresa Bolt ha respondido.
El decreto emitido por el Ayuntamiento de Barcelona recoge, entre otros, que la longitud mínima de los VTC debe ser de 4,9 metros, una medida que pocos vehículos cumplen y que, sobre el papel, dejaría fuera a la mayoría de la flota de alternativas como Uber o Bolt.
Desde esta última empresa, el plan de acción para cumplir con esta medida ya se ha puesto en marcha. En su flota VTC se han incorporado extensiones homologadas en forma de parachoques que hacen cumplir con los 4,9 metros de longitud y que, además, incluyen una frase reivindicativa que reza «no es solo un parachoques, es la nueva normativa que exige VTC de 4,90 m».
Una medida polémica en Barcelona que, algunos ya indican, que parecer tener como único motivo reducir al máximo las flotas de estas plataformas.