Al grito de «Sálvese quien pueda», todo el mundo corre hacia la primera salida disponible, sin importar lo que haya por delante.
Pero, ¿quién lo hace de forma «ordenada»?. Ante una situación de peligro, los humanos al igual que los animales, tendemos a agolparnos en las salidas provocando mayores atascos y perjudicando la propia evacuación.
Ya en 1995, el alemán Dirk Helbing, en la actualidad profesor de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), publicó un artículo en la revista científica ‘Physical Review E’ que por primera vez le daba relevancia a la dinámica de peatones a través de cálculos numéricos y simulaciones por ordenador. En 2000, el mismo autor publicó en ‘Nature’ un trabajo que tuvo mucha más trascendencia al aplicar sus ecuaciones a situaciones de riesgo en las que aparece el pánico.
La idea se resume por las sigas inglesas FIS (Faster is slower), que traducido quiere decir que cuanto más rápido se haga una extracción, más lenta se producirá ésta, ya que colapsaremos la salida. La solución consiste en «bloquear» la salida con un obstáculo que redirija el flujo de personas para que alivie el punto de salida.
Hace unos días, Iñaki Echevarría Ugarte, un joven físico de 24 años que defiende su tesis en la Universidad de Navarra, ganó la edición española de Famelab, explicando, a la vez que hacía reir, sus experimentos.
Estos estudios ha sido probados tanto con rebaños de ovejas como con grupos de humanos para valorar su respuesta y comportamiento. En el caso de las ovejas se ha visto claramente que, ante un obstáculo en el camino, la evacuación se concluía con éxito de una forma más rápida. Al contrario, con los humanos no ha concluido con el mismo resultado, pero sí se ha descubierto que ante un objeto en el camino, se evitan caídas como las producidas en el Madrid Arena hace 7 años.
Sea como sea, seguirán investigando para conseguir una solución al problema ya que puede mejorar enormemente la la evacuación de estadios, la gestión del metro o la regulación de semáforos.