La tesis doctoral de la historiadora del arte Ana Mafé presentada en la Universitat de València (UV) ha relacionado el cáliz de la Catedral de Valencia con el Santo Grial, mediante un estudio historiográfico de la pieza que establece que «cumple con todos los requisitos» para que provenga de la Jerusalén del siglo I o II a. C.
Así lo presentó Mafé durante una rueda de prensa en la que mostró las conclusiones del «primer estudio en el mundo de la protohistoria del Santo Cáliz», en las que destaca que la de Valencia es «una verdadera copa hebrea» y que «nunca se había catalogado así». Al acto acudieron, además de la autora de la tesis, Juan Miguel Díaz, el canónigo celador del Santo Grial, y Ángela Di Curzio, doctora en Historia del Arte por la Universidad de Roma.
El objetivo con el que Mafé, que se definió a sí misma como «admiradora, desde un punto de vista historiográfico, de la pieza de la Catedral», ha realizado el estudio es el de «intentar vertebrar la ciudad de Valencia con un relato turístico».
Asimismo, señaló que, a través de una investigación que no ha incluido en la tesis, se avala «con un 99,9% de probabilidades» que el cáliz de Valencia «pudo ser» el Santo Grial. Historia y tradición Preguntada por si podría ser la copa de la Última Cena, la investigadora reconoció que «no se puede hacer afirmaciones de este tipo de forma alegre porque se pierde todo el cientifismo», y apuntó que lo que se demuestra es que la reliquia, a nivel histórico, se puede ubicar en ese tiempo.
«En la tradición, es una copa que salió de Jerusalén hacia Roma y, en el año 258 d. C., aproximadamente, el emperador Valeriano decide perseguir a la primitiva comunidad, la despoja de sus bienes y el único diácono que queda vivo en Roma en ese momento es Lorenzo, de origen hispánico, que manda la copa a Huesca».
Tras la «invasión sarracena» se trasladan todas las reliquias a los Pirineos y la reliquia se custodia en San Juan de la Peña, desde donde los monjes la entregan a cambio de un donativo «importante» a Martín I el Humano en el año 1399 d. C. Cuando Martín I fallece, el relicario se transfiere a Alfonso V el Magnánimo, que se traslada a Valencia con su relicario y lo deja como aval a la Catedral en 1437, donde queda custodiado hasta la actualidad, ha afirmado.
La tesis doctoral de Mafé se titula Aportes desde la Historia del Arte al turismo cultural: el Santo Cáliz de Valencia como eje del realto turístico que sustenta el Camino del Santo Grial en el siglo XXI, y la ha realizado a través de una beca del Centro Óptico Losan.