Las protestas se desencadenaron tras la subida de precio del metro. Sin embargo, a pesar de que el Gobierno Chileno suspendió dicha alza, las calles de Chile se han convertido en una guerra campal.
La semana pasada, comenzaron las protestas de los estudiantes de secundaria por la subida del metro, pero el viernes los chilenos salieron a la calle por el descontento social.
Las protestas han ocasionado la quema de varias estaciones de metro, así como de supermercados y un notable aumento de saqueos.
Como resultado, el Gobierno de Chile sacó al ejército a las calles para frenar las manifestaciones y protestas. Desde el pasado sábado, la capital, Santiago de Chile, se encuentra en estado de emergencia porque es difícil contener todos los incidentes que se producen.
El balance de muertos en el marco de las protestas que se registran en todo Chile asciende a 18. Actualmente, muchos de los chilenos tienen miedo, ya que cuando van por las calles hay disparos por los disturbios de uno y otro bando.
Además tienen toque de queda, algo inaudito desde la dictadura de Pinochet, arriesgándose a ser arrestados si están por las calles durante dicho toque.
Por su parte, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha presentado cinco denuncias por la muerte de cinco personas a manos de militares que están reprimiendo con mano dura las protestas.