Jair Bolsonaro, el presidente del Gobierno de Brasil, siempre ha sido muy reivindicativo con respecto al Coronavirus. Llegando incluso a tachar al virus como una mentira del Gobierno de China. También de «gripecita» y, de manera provocadora banalizó sus efectos letales señalando que, de una manera u otra, las personas se mueren.
También asistió a movilizaciones en favor del cierre del Congreso sin mascarilla y ha presionado a los gobernadores para que aceleren la apertura de las actividades económicas. A su modo, el exmilitar ha repetido algunos de los los pasos fallidos del ‘premier’ británico, Boris Johnson, frente al mismo escenario.
Actualmente el país de Brasil supera los 1,6 millones de contagios por Covid-19.
Y desde este martes, el presidente Brasileño, Jair Bolsonaro, se suba a la lista de positivos. Todo ello viene después de haber subestimado los efectos de la pandemia y tomar a la ligera los fallecimientos, que superan los 66.000 en el gigante sudamericano. El capitán retirado, de 65 años, se ha dado de bruces con la realidad.
«Estoy perfectamente bien», ha subrayado, no obstante, Bolsonaro, para tranquilizar a sus seguidores.
El Gobierno de ultraderecha aseguró por su parte que el presidente «tiene una buena salud» para enfrentar el proceso de infección. Además siguen sin especificar el estado de salud ni los síntomas que padece Bolsonaro.
Lo más insólito de su caso es que será tratado con cloroquina a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) suspendió todos los ensayos para probar la eficacia del tratamiento.
Desde que se conocieron los primeros contagios, en marzo, Bolsonaro ha desafiado a diario la crisis sanitaria.