La Guardia Civil ha conseguido desarticular completamente, a través de la operación MAUNA, una organización criminal especializada en blanqueo de capitales a través de criptomonedas que procedía de diferentes delitos cometidos por otros grupos criminales.
La investigación tuvo su origen por las posibles actividades vinculadas al blanqueo de capitales procedente del narcotráfico de uno de los integrantes de la organización que ya había sido investigado anteriormente.
Una organización criminal especializada en blanqueo de capitales se ha desarticulado por completo
A medida que se iba avanzando en la investigación a esta persona, se fue encontrando una red de colaboradores que se distribuían en distintas jerarquías dentro de la organización criminal. Había desde personas técnicas en el ámbito de las criptomonedas, hasta expertos que controlaban un entramado mercantil y bancario a nivel internacional, que estos eran encargados de diseñar complejas operativas de blanqueo de capitales.
En un principio, esta operación se realizaban con un número reducido de personas que siempre estaban vinculadas al narcotráfico, pero después fueron incrementando poco a poco el número de actividades de blanqueo, llegando a convertirse en un referente al que se dirigía el dinero de diferentes organizaciones criminales asentadas por todo el territorio nacional.
Criptomonedas a través de estafas
Los miembros de este grupo, en un principio, se abastecían de dinero en criptomoneda de diversos proveedores, que a su vez estos obtenían dicho dinero mediante estafas financieras.
De forma paralela, esta organización realizaba una intensa estafa de forma paralela al blanqueo de capitales, lo que les permitía convertirse en su propio suministrador de criptomoneda como principal modo de blanqueo.
Tenían empresas pantalla en Bélgica, Alemania, Suecia y Lituania
Esta organización criminal especializada en blanqueo de capitales, contaba con testaferros y con un complejo circuito internacional bancario y de criptodivisas que lo soportaban empresas pantalla ubicadas en países como Bélgica, España, Suecia, Lituania o Alemania y algunas de ellas suplantaban empresas reales.
En definitiva, la operación MAUNA se ha saldado con la investigación y detención de 8 personas en 9 registros llevados a cabo en las provincias de Valladolid y Madrid. Intervinieron 300.000€, varios «monederos» de criptomoneda en USB, 30 cuentas bancarias que han sido bloqueadas, 9 bienes inmuebles y bienes obtenidos de la actividad ilícita superior a 1.000.000€.
Los agentes pudieron comprobar como las personas que realizaban la estafa, se jactaban de haber timado a personas que tenían precaria situación económica o eran de edad avanzada.
Inés Alonso