Este 31 de agosto de 2022 se cumplen 25 años de la trágica y prematura muerte de Diana de Gales. La princesa falleció en un accidente de coche en el interior del Puente del Alma de París, junto a quien es ese momento era su pareja, Dodi Al Fayed, y su chófer, Henri Paul.
Diana se marchaba así de forma inesperada, dejando a dos hijos desolados y a todo un país roto de dolor. Aún hoy, su figura, sus logros y su personalidad siguen muy presentes. Pero, después de más de dos décadas sin ella, ¿cómo es ahora la vida de sus personas más cercanas?
La infancia de Guillermo y Harry terminó de golpe el día que murió, pero ambos han tenido una obsesión desde hace 25 años: mantener vivo el legado de su madre. Los hermanos han hecho suyas las causas humanitarias que defendió su madre y se han volcado especialmente en asuntos como la salud mental o la depresión, que Diana sufrió en sus propias carnes.
Ninguno de los dos ha llevado nunca una vida aristocrática, alejada de la sociedad, y ambos eligieron caminos que a su modo de ver contribuían a mejorar el mundo, tal como les había inculcado su madre, no han perdido el vínculo con África que les inculcó su madre, y el príncipe Harry incluso ha revelado que el continente es el lugar donde más cerca se siente de ella.
Cuando su madre murió, el príncipe tan solo tenía 15 años. Una edad clave en la vida de cualquier joven, en plena adolescencia. Debido a esta pérdida, Guillermo fue el mejor consuelo para su hermano pequeño y tuvo que madurar en un tiempo récord.
Él mismo confesó que la muerte de su madre le hizo “contener sus emociones durante 20 años”, lo que provocó “consecuencias bastantes graves no solo en mi vida personal, también en mi trabajo”.Sin embargo, Kate Middleton llegó a su vida para cambiarla por completo.
Después de varios años de noviazgo, se casaron el 29 de abril en la Abadía de Westminster. Una boda que nos hizo recordar la de sus padres en 1981. La pareja tiene tres hijos: Jorge, Carlota y Luis; y son el futuro de la monarquía, ya que todo apunta a que el príncipe Carlos nunca reinará y será Guillermo quien suba al trono.
William ayudó a salvar vidas en numerosos accidentes graves durante los años que trabajó como piloto de ambulancias aéreas en los servicios de emergencias, antes de dedicarse de lleno a su vida familiar e incrementar su papel de representante de la monarquía.
El caso de Harry fue diferente. Era el pequeño de la casa, apenas tenía 12 años. El joven asumió la muerte de su madre de una manera radicalmente opuesta a la de su hermano, y fue rebelándose.
Cuando terminó sus estudios, se tomó un año sabático que empleó en viajar por Australia, África y Argentina. Con 16 años empezaron los escándalos con imágenes en las que aparecía fumando marihuana, bebiendo alcohol o disfrazado de nazi. Asimismo, en 2012 salieron a la luz unas fotos en las que aparecía desnudo con una mujer en su habitación de Las Vegas, tras una partida de Strip billar.
Pero atrás quedó esa vida de excesos ya que decidió sentar la cabeza y se enamoró de Meghan Markle. El hijo pequeño de Diana ha encontrado a la mujer de su vida, con quien se casó el 20 de mayo de 2018 en el castillo de Windsor. Una boda que nos hizo volver a creer en los cuentos de hadas.
Apenas un año después de su enlace, daban la bienvenida a su primer hijo, Archie, que ya ha cumplido su segundo año. Desde el 1 de abril de 2020, Harry y Meghan se han ‘retirado’ de la familia real británica. Con el ‘Megxit’, la pareja dijo adiós a sus compromisos oficiales y trasladó su residencia primero a Canadá y luego a Estados Unidos para vivir ‘tranquilos’ con su hijo Archie.
El pequeño tiene ahora una hermana, ya que el pasado mes de junio de 2021 nacía la segunda hija del matrimonio a la que han llamado Lilibet Diana, en claro homenaje a la difunta madre de Harry.
Harry ha decidido seguir los pasos de su madre y ha viajado a Angola para seguir una de las luchas de su madre: la eliminación de las minas antipersona, que tanto daño han hecho especialmente en este país africano. Además, el príncipe creó los Juegos Invictus, una competición en la que participan veteranos y excombatientes de las fuerzas armadas integrados por el mundo del deporte.
La princesa dejó a dos niños desolados que a día de hoy, y gracias a todos los valores que les inculcó, se han convertido en los miembros más queridos y apreciados de la familia real.
El recuerdo de la princesa Diana siempre está presente en sus hijos, que no dudan en rendirle homenaje cada vez que se les presenta ocasión. En 2007, organizaron un concierto en su honor en el estadio de Wembley.
Muchas de las reglas que Diana rompió quedaron de facto abolidas en la monarquía británica y las duquesas Catalina y Meghan, que tampoco juraron obediencia a sus maridos, sino solo “amarlos”, han seguido años después su modelo en multitud de aspectos de sus vidas.
La duquesa de Sussex y la duquesa de Cambridge parecen haber emprendido una carrera para ver cuál de ellas es la digna sucesora, hablando estilísticamente, de la madre de sus maridos. Ambas le han rendido homenajes con sus ‘looks’, y lo siguen haciendo a día de hoy.
Kate evocó los posados de su suegra cuando nacieron sus dos primeros hijos Jorge y Carlota. La duquesa escogió dos vestidos muy parecidos a los que utilizó Diana cuando nacieron Guillermo y Enrique. Otro de los homenajes que ha protagonizado Kate ha sido junto a su marido durante el posado que hicieron ante el Taj Mahal, una fotografía que años antes hizo la «princesa del pueblo».
Meghan, la última en llegar a la familia, también ha mostrado su respeto a su suegra en varias ocasiones. Durante su embarazo, la duquesa de Sussex lució un espectacular vestido de la firma Roland Mouret cubierto de lentejuelas metalizadas en azul que recordó al que llevó Diana en el viaje oficial que hizo junto a Carlos de Inglaterra a Australia en 1986.
Meghan y Harry recuperaron una famosa frase de su madre en su cuenta oficial de Instagram: «Realiza un acto de bondad al azar, sin esperar nada a cambio, con la certeza de que un día alguien podría hacer lo mismo por ti». Además, durante el bautizo de su hijo, Archie Harrison, el príncipe quiso que sus tías, Lady Jane Fellowes y Lady Sarah McCorquodale, hermanas de su madre, aparecieran en la foto oficial.
Los que conocieron a Diana aseguran que hubiera sido una abuela maravillosa. En el documental ‘Diana, nuestra madre: su vida y legado’, Guillermo afirma que «hubiera sido una pesadilla de abuela, una absoluta pesadilla… Hubiera venido probablemente a la hora del baño, causaría una escena maravillosa, burbujas por todos lados, agua por todas parte y se iría».
La princesa ha tenido cuatro nietos. Jorge, Carlota y Luis, los hijos de su primogénito, Guillermo, junto a Kate. Y el pequeño, Archie Harrison, el primer y único hijo, por el momento, de Harry y Meghan.
Los nietos de Isabel II recuerdan constantemente cómo era Diana de Gales, lo que les enseñó y, especialmente, su amor e intención de que crecieran como niños normales. “Te absorbía y te apretaba lo más fuerte posible. Y siento tan pequeño como era entonces, no había escapatoria, estabas ahí todo el tiempo que ella quería abrazarte.
Incluso hablando de ella ahora puedo sentir los abrazos que solía darnos”, reveló el príncipe Harry en un documental de la BBC para conmemorar los veinte años de su muerte. El duque de Sussex también recuerda uno de sus consejos: “Sed tan traviesos como queráis, pero que no os pillen”.
Diana estuvo muy unida a sus hermanas en vida; y ahora son sus hijos y sus sobrinos los que continúan esta unión. La mayor es Sarah McCorquodale fue quien unió a su hermana con el príncipe de Gales, después de haber mantenido una relación con él años antes.
Jane Fellowes fue como una segunda madre para Guillermo y Enrique cuando Diana murió. Su relación es muy estrecha y leyó durante la boda de Meghan y Enrique.
En cambio, la unión no es igual con su tío, el más mediático de la familia, Charles. Y es que sus apariciones públicas no siempre han sido del agrado de sus sobrinos. Ha sido él quien se ha hecho cargo del patrimonio familiar, cuya fortuna asciende a unos 120 millones de euros.
El matrimonio entre Diana y Carlos fue una relación de tres, como la propia princesa confesó durante su entrevista más recordada, que fue todo en escándalo en 1995, emitida por la BBC.
Era un secreto a voces pero fue la primera vez que la princesa decía públicamente que su marido le había sido infiel. ¿La tercera persona en discordia? Camila Parker-Bowles, a la que Diana consideraba la mujer de su marido. «Si pudiera escribir el guión de mi vida, haría que mi marido se fuera con su mujer y no regresara jamás», confesaba en unas grabaciones difundidas por Channel 4.
Camila y Carlos coincidieron por primera vez en 1970 durante un partido de polo. Allí, ambos se enamoraron locamente, puesto que lo suyo fue un flechazo a primera vista, sin embargo, no se atrevieron a sellar su amor en el altar, pese a que se veían de escondidas de sus respectivas parejas.
Ella se casó con Andrew Parker-Bowles, un militar retirado; mientras que el hijo de la reina de Inglaterra dio el ‘Sí, quiero’ a Diana.
Tras cerca de 40 años de noviazgo a escondidas, Camila y Carlos hicieron pública su relación en 2004 y, el 9 de abril del año siguiente, se casaron en Windsor.
Desde entonces, y pese a que al principio de oficializar su relación Camila recibió muchas críticas, la duquesa de Cornualles se ha ganado el cariño de la gente y ahora es un miembro muy querido de la familia real británica.
Los rumores sobre una posible mala relación entre Camila y los hijos de Diana se terminaron cuando el mismo Harry aseguró que «es honesta y muy cercana a mi hermano y a mí. Es una mujer maravillosa y Guillermo y yo la queremos mucho».
A pesar de que han pasado 25 años, la princesa sigue más viva que nunca en los corazones de todos, y es que como cantó Elton John, su íntimo amigo, en su funeral: «Your legend ever will (tu leyenda siempre perdurará)». No solo hizo tambalear los cimientos de la monarquía británica sino que se convirtió en una estrella marcando un antes y un después.
Diana quiso enseñar a sus hijos a cuidar y respetar a los más necesitados. Fue una gran embajadora de ONGs, y fue el altavoz perfecto para dar visibilidad a grandes problemas como el VIH o las minas antipersona en Angola. Además, también habló de sus problemas personales como la bulimia que padeció.
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