La procesionaria ataca otro año más
La procesionaria es un bicho perteneciente a la especie de las orugas, conocidas como la polilla procesionaria del pino, por ello se suele encontrar en este tipo de bosques, sobre todo en los de Europa y el norte de África. Recibe su nombre por su característica forma de desplazarse en grupo, que se basa en moverse en fila de uno como si estuviesen realizando una clase de procesión.
Cada año, se produce una plaga de estas polillas que afectan tanto al propio árbol, como pueden causar defoliación, es decir, una caída prematura de las hojas, lo que a su vez repercute en el medio ambiente.
Desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) se busca una forma de fumigar antes de la temporada de plaga de la procesionaria, pero este año 2023, tal parece que se ha adelantado a todas las previsiones, suponiendo un peligro aún mayor al no tener un control adecuado. Asimismo, el riesgo aumenta al presenciar que estas se desplazan a las zonas urbanas.
Los expertos aluden a que esto se produce por la escasez de precipitaciones en algunas zonas, así como la repentina subida de temperaturas que se augura. Cabe destacar que la procesionaria puede suponer un problema no solo para la naturaleza, sino para las mascotas y los humanos que entren en contacto con su pelaje, que contiene una serie de toxinas muy peligrosas.