Para conocer este caso, tenemos que desplazarnos hasta Reino Unido. Tom Hartley, un operario de la construcción de 33 años, tuvo que llevar a su hijo al trabajo al no encontrar a nadie que se pudiera hacer cargo de su niño de 6 años. En cuanto vio que su hijo Isaac se entusiasmaba con la idea, llamó a su jefe, le contó la situación y le preguntó si podría ir con él a trabajar a lo que este le respondió que sí.
Al niño de 6 años le gustó la idea de ir a trabajar con su padre
Isaac, cuando llegó al lugar donde trabajaba su padre, en vez de quedarse quieto mirando, se puso con mucho entusiasmo a ayudar a su padre, convirtiéndose así en su ayudante por un día. Ese día tan especial fue inmortalizado con varias fotografías que su Tom, más tarde, compartió orgulloso en las redes sociales. Isaac le ayudó a su padre a cargar herramientas, sellar una ducha y a pintar una habitación. Tras ese duro día de trabajo, Tom llevó a su hijo a cenar al McDonald’s.
Lo más curioso de esta historia, es que Isaac tuvo una gran sorpresa cuando se terminó la jornada. Recibió una carta de la empresa en la que trabaja el padre firmada por el mismísimo jefe de Tom, en la que se le agradecía al pequeño la ayuda que habían recibido de su parte. Dicha carta también incluía un billete de 10 libras para compensar el esfuerzo del pequeño.
El padre, en cuanto vio la carta y el dinero, se sintió muy orgulloso de su hijo y sobre todo de la empresa que trabajaba por permitirle llevar a Isaac al trabajo y así poder conciliar el trabajo y la familia.
Inés Alonso