Hace años que vivimos una tendencia social que se llama síndrome del niño hiperregadado, que es una costumbre implantada por sus padres, para darles todo lo que les pidan.
Y lo hacen para mostrar el amor que les tienen a sus hijos, para hacerles notar su cariño y todo lo que ellos no tuvieron cuando eran pequeños. Aunque en algunas ocasiones, es un método de compensación por el poco tiempo que les dedican debido a su trabajo. También otras veces lo que influencia a los progenitores es la presión social donde las comparaciones son odiosas.
El síndrome del niño hiperregalado y sus consecuencias
Este aparece durante todo el año, aunque es en los momentos como el cumpleaños, y las Navidades cuando más se acentúa. Estos niños solo tienen el afán de que les den más regalos y no valoran los que tienen.
Además, saben que todo lo que pida se lo van a conceder sin ofrecer nada a cambio. De este modo, los padres que conceden todos los caprichos que les piden sus hijos están fomentando una conducta negativa en sus hijos.
De este modo, serán niños muy consumistas, además de caprichosos y egoístas sin apenas tolerancia a la frustración. No tendrán creatividad ni ilusión por nada, además de poco o ningún interés.
Entienden que no es necesario tener responsabilidades, esforzarse ni trabajar en lograr nada, puesto que lo que quieren se lo dan al momento de pedirlo.
Cómo evitar este síndrome
En primer lugar, es necesario saber decir no en algún momento, además de explicar el motivo de esta negativa. De este modo, el niño hiperregalado se da cuenta de que existe la frustración y podrá desarrollar cierta tolerancia hacia ella. Además de luchar por lograr las cosas que quieren, y esforzarse por llegar a ellas.