El fuego, ese elemento con el que convivimos diariamente. Quizás no te hayas dado cuenta o quizás sí lo hayas hecho. Pero, ¿sabías que el fuego no tiene sombra? A continuación, vamos a acabar de una vez por todas con la intriga y te contamos por qué.
En primer lugar, si coges una cerilla, la prendes e intentas mirar su sombra en la pared, no vas a poder ver nada. Simplemente verás tu mano reflejada, al igual que la cerilla, pero no la llama. Todo un misterio.
Podemos empezar explicando que la sombra, según la Real Academia Española (RAE) significa oscuridad y falta de luz. Es una «imagen oscura que proyecta un cuerpo opaco sobre una superficie, interceptando los rayos directos de la luz». Esto quiere decir que la sombra es un fenómeno que se produce cuando un objeto opaco refleja o no deja pasar la luz.
Entonces, ¿por qué el fuego no tiene sombra? Si en el párrafo anterior explicamos que la sombra se produce cuando una superficie opaca impide refleja o impide que pase la luz, el fuego no puede tenerla. Se trata de un fenómeno que genera su propia luz, impidiendo su paso.
Así es. A partir de ahora, cuando utilices una vela o prendas una cerilla, podrás fijarte que no van a generar luz. Pero en cambio tú sí verás tu sombra en la pared.