Puntos clave a tener en cuenta en los cambios de fase.
Para los españoles ha comenzado el plan de desescalada del confinamiento. Cada vez está más cerca el fin de las limitaciones en los desplazamientos, restringidos al máximo durante el estado de alarma.
Esto irá acompañado de la posibilidad de trasladarse a las segundas residencias. En el caso de que estén en la misma provincia en la que se encuentra el domicilio habitual se estima que podrán ser visitadas en una próxima fase, inicialmente en la II.
Sin embargo, si se hallan fuera de la provincia en la que se reside, será necesario esperar, ya que en las primeras fases planteadas no se consideran posibles los viajes interprovinciales.
Tras varios meses sin visitar estas residencias, será conveniente hacer algunas comprobaciones para su puesta en marcha. Ya que tras un periodo de inactividad puede haber deterioros debido al desuso y a la falta de mantenimiento. Por lo que habrá que revisar varios puntos de la vivienda para una correcta habitabilidad y evitar daños mayores.
Revisiones prácticas de las segundas residencias para el cambio de fase
- Revisar la cerrajería. Esto incluye la observación de puertas y ventanas para verificar que no han intentado forzarlas. Además es conveniente cerciorarse del correcto funcionamiento de persianas y de una adecuada movilidad de puertas y ventanas. Cuyas bisagras podrían haberse visto afectadas por los cambios de temperatura, y conviene mantener lubricadas.
- Examinar el cuadro eléctrico que si se ha mantenido desactivado habrá que accionar subiendo por orden los diferenciales. Comenzando por el general para posteriormente ir subiendo los correspondientes automáticos. Se recomienda hacerlo en el siguiente orden: enchufes, alumbrado y finalmente cocina. Hacerlo con este método nos ayuda a aislar el origen de una posible avería si al subir uno de ellos saltase el diferencial.
- La fontanería: cerrar la llave de paso es una opción habitual al dejar vacía durante un tiempo una segunda residencia. Con el objetivo de evitar goteo en grifos, problemas de tuberías… Lo recomendable al volver es abrirla poco a poco para evitar que entre la presión de golpe y provoque roturas de tuberías más viejas. Una vez abierta la llave, es conveniente descartar obstrucciones haciendo uso de sanitarios y grifos. Asimismo revisar la presión de la caldera de gas y comprobar que se mantiene entre los parámetros recomendados por el fabricante, que suele ser entre 1 y 1,2 bar.
Habrá que tener en cuenta que por las inclemencias meteorológicas que ha habido estas últimas semanas han podido aparecer humedades en paredes o techos, y no estará de más comprobar si existiese alguna filtración o avería, y verificar en el caso de viviendas unifamiliares, el estado de canalones y sumideros para evitar atascos que podrían ocasionar daños.