La reapertura de numerosas piscinas comunitarias está en el aire. Podrían hacerlo cuando los municipios en los que se ubiquen pasen a la Fase 2 de la desescalada. Los requisitos que establece el Ministerio de Sanidad podrían ser “inviables” para la mayor parte de las comunidades de vecinos. Estos supondrían un coste económico en personal y recursos “difícil de asumir”.
Sobre este hecho ha advertido al Ministerio de Sanidad el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAF), que la orden publicada la pasada semana en el BOE es poco “realista” con las posibilidades que tienen las comunidades de vecinos para controlar y gestionar el cumplimiento de las normas.
Medidas preventivas en las piscinas comunitarias
Con esta visión coincide la Asociación Nacional de Administradores de Fincas (AAFF) e incluso va un paso más allá. Lo que ha recomendado a sus asociados es que no reabran las piscinas comunitarias porque creen que ni siquiera en el caso de que pudieran cumplirse todas las medidas “técnicas” podría garantizar que la salud de los vecinos no corre riesgo.
En cambio, la postura de la Asociación de Presidentes de Comunidades y Administradores de Fincas (APAF) es totalmente opuesta. Consideran que si la ley permite la reapertura será necesario adaptarse a la normativa y además lo ven “factible”.
No hay, por tanto, un criterio común entre los administradores de fincas y de ellos dependerá en gran medida la decisión final.