La sociedad humana está diseñada para personas diurnas. Tenemos que madrugar todos los días, levantarnos temprano para nuestras obligaciones, ya sea para trabajar o para ir a clase. Si queremos hacer gestiones en bancos o administraciones, también tenemos que ir en horario de mañana. Incluso está a veces mal visto no levantarse temprano y levantarse a las tantas, cuando no se tiene estipulado un horario obligatorio.
La sociedad está pensada para las personas diurnas
Aunque la mayoría de las personas sean diurnas y se encuentren más activas por las mañanas al levantarse temprano, lo cierto es que existen también un grupo numeroso de personas que se sienten mejor por la tarde-noche y sufren el horario establecido para diurnos en nuestro sistema. Los noctámbulos suelen levantarse más cansados de lo que se acostaron y que conforme va pasando el día, se van activando, al contrario que la mayoría.
La humanidad se divide entre «alondras» y «búhos»
A los diurnos se les conoce como «alondras» y a los noctámbulos como «búhos», haciendo referencia a estos dos tipos de aves con hábitos matutinos, en el primer caso, y vespertinos, en el segundo. Un estudio realizado por científicos de una universidad de Reino Unido ha concluido que las personas noctámbulas sufren un mayor nivel de estrés, ya que son conscientes de que tienen que rendir en el trabajo por la mañana cuando su cuerpo no se ha activado todavía.
Los noctámbulos sufren un mayor estrés por la presión de un sistema pensado para diurnos
Esto podría ocasionar problemas mentales de salud pero los noctámbulos también son más propensos a sufrir problemas respecto a su metabolismo o enfermedades cardiovasculares. Todo esto produciría un 10% más de probabilidad de que estas personas puedan morir antes. Y lo peor de todo, según estos investigadores, es que todos estos problemas que sufren los «búhos» se deben a la presión de la sociedad originada por el sistema imperante de la «alondra» en nuestros horarios y rutinas del día a día.
Franco Dávila