Tres de cada diez padres españoles considera dejar el trabajo, pedir una excedencia o reducción de jornada.
Comienza la desescalada, las tiendas, oficinas y empresas se reabrirán gradualmente, pero no los colegios. Mientras una parte del país volverá gradualmente a la normalidad, habrá otra para la cual la emergencia dictada por el coronavirus no terminará: las familias. El reciente anuncio de la ministra Celáa sobre una vuelta a las aulas en septiembre sólo con la mitad del alumnado, ha provocado aún mayor inquietud entre los padres.
A este dilema se enfrentan más de 4 millones y medio de hogares en España con al menos un niño menor de 14 años. Un pequeño ejército de madres y padres que en los últimos meses ha realizado auténticos malabarismos con el trabajo, la enseñanza telemática y el cuidado de sus hijos. ¿Y ahora qué pasará? Según el último estudio elaborado por Sitly, un 53% de los padres reconoce no haber encontrado una solución para el cuidado de sus hijos y regresar a su puesto de trabajo.
La vuelta a la actividad profesional fuera de casa supone un quebradero de cabeza para la mayoría de los encuestados, ya que ambos progenitores tendrán que incorporarse en el 57% de los casos. Un 28% ha considerado que uno de ellos deje de trabajar, pida una excedencia o solicite una reducción de jornada.
El impacto sobre la conciliación: las familias buscan soluciones
Un 14 % de los padres dejarán a los pequeños con los abuelos a pesar de ser un grupo de riesgo por no contar con otras alternativas. El 28 % contempla contratar a una niñera a jornada completa, todo ello sumado al pago de las cuotas del colegio, lo que dispara la economía familiar.
La medida anunciada por el Gobierno de abrir las aulas para el ciclo de infantil, sólo para niños cuyos padres puedan justificar que no pueden seguir teletrabajando, tampoco está exenta de polémica. Un 47% de los padres con hijos menores de 6 años reconoce tener dudas desde el punto de vista sanitario y más de la mitad de los encuestados asegura que buscará otra alternativa.
Doble trabajo para los padres
Para aquellos que tienen la oportunidad de seguir trabajando desde casa, el panorama no es mucho más alentador: al cuidado de los hijos se suma la ayuda con las tareas escolares que supone una carga de trabajo adicional. Un 64% de los padres reconoce que teletrabajar con sus hijos en casa es una fuente constante de estrés.
“Atender a todo es inviable: trabajar en remoto a jornada completa, preparar comidas, cambiar pañales… Saber que no estás dando el 100%, ni profesionalmente ni como madre, genera una enorme frustración. Con una bebé correteando por casa es imposible trabajar en las mismas condiciones que en una oficina”, explica Virginia, empleada de una gran compañía y madre de una niña de 18 meses.
Son muchos los padres que se sienten como ella: un 32 % habla de serias dificultades en el desempeño de su trabajo y un 12% llega a definir la experiencia de teletrabajar con hijos en casa como imposible.
El papel de las empresas
El 19% de los encuestados considera que su compañía no le ha ayudado en absoluto a conciliar, un 13% cree que el apoyo ha sido insuficiente a la hora de ofrecer planes de trabajo flexibles, adaptados a la situación actual.
«Este sondeo nos ha permitido profundizar en la carga mental a la que se enfrentan ahora miles de familias”, señala Patricia Adam, responsable de comunicación de Sitly. «Muestra que la actividad profesional ha pasado a las cuatro paredes del hogar en la mayor parte de los casos. Resulta imposible separar la esfera laboral de la personal bajo la nueva cultura del ‘siempre conectado’. Un nuevo escenario que ha pasado factura a los trabajadores”.
Las familias denuncia la escasez de protocolos de desescalada en las empresas, que contemplen la problemática actual de los padres con hijos. Un 42% de los progenitores asegura que durante la etapa de confinamiento, la mayor dificultad ha sido encontrar tiempo para su trabajo y prestar suficiente atención a sus hijos.