En muchos pueblos de la provincia aún se conserva esta ancestral tradición que se celebra al llegar mayo. En algunas localidades «adelantan» esta costumbre y, en otras, la «atrasan», pero todas tienen la misma esencia de «pinar el mayo» al llegar el mes de mayo. La costumbre radica en levantar en el pueblo. Cuanto más alto mejor, eso era cosa de honra.
Al árbol «plantado» en mitad del pueblo solo se le dejan unas ramas en la parte superior. También es costumbre colgar del mayo algún pañuelo o trapo, en algunos lugares, ponían muñecos.
Ligado al pinado del mayo, tradicionalmente, los mozos comenzaban una ronda de fiesta por la localidad.
El origen de esta tradición está perdido en la historia. No se conocen sus orígenes. Algunos estudios indican que este tipo de tradiciones rememora ciertos cultos neolítico de veneración a los espíritus de los bosques o de los árboles. Otros apuntan que su origen es romano y está vinculado al renacer de la primavera después del invierno.
Actualmente, la costumbre sigue celebrándose en algunos pueblos. Otros, muy a pesar, la han perdido a falta de jóvenes y personas que lleven la tradición. De buen seguro que, a partir de la próxima semana, verás árboles «plantados» en mitad de algunos pueblos de nuestra provincia.
¿Esta tradición sigue viva en tu pueblo?