Las obras de arte que han sido atacadas a lo largo de la historia
El ataque a diferentes obras de arte en modo de protesta ha sido algo habitual a lo largo de la historia
El ataque que sufrió, por parte de unas activistas, el cuadro de “Los Girasoles” deVicent Van Gogh en el National Gallery ha provocado que el mundo sienta indignación ante la realización de semejantes actos cuyo único objetivo es “tirar por la borda” todo el patrimonio cultural y artístico que lleva preservándose durante siglos.
Este lamentable acto ha provocado que la población se haya interesado por los ataques que han sufrido algunas de las obras artísticas más icónicas de la historia. Y si nos paramos a analizarlo, son múltiples las obras que se han visto afectadas por «navajazos» o por ácido desde que los cuadros y las esculturas más importantes se exponen en los diferentes museos alrededor del globo terráqueo.
Las obras de arte que han sufrido ataques a lo largo de la historia
Por suerte cada vez resulta más complicado que un turista dañe una obra de arte debido a las medidas de seguridad que hay activas en cada uno de los museos a nivel mundial. Desde cristales potentes que cubren las obras hasta gran cantidad de personas de seguridad alrededor de los mismos impiden que cada día pasen más desgracias como la de «Los Girasoles». Estos son los cuadros y las esculturas que a lo largo de la historia han sido dañados por actos vandálicos sin igual.
«La ronda de noche» (1642) de Rembrandt ha sufrido tres ataques que han deteriorado el cuadro inicial. En dos ocasiones esta obra de arte fue acuchillada, salvándose la primera vez gracias al barniz pero dejando doce cortes de importante profundidad en el segundo atentado contra la obra. Pero este cuadro volvió a sufrir un ataque en el año 1990, siendo en esa ocasión un hombre el que roció con ácido esta mítica escena poniendo en peligro la integridad del mismo de no ser por la rápida actuación de los guardias de seguridad.
«La Danae» (1636) de Rembrandt fue otro de los cuadros del pintor neerlandés que sufrió un ataque por parte de un turista. En esta ocasión, la obra fue acuchillada y rociada con ácido de tal manera que penetró en la misma para que el cuadro quedara completamente inutilizado al no poder salvarlo a pesar del trabajo de varios restauradores.
«La Piedad» (1499) de Miguel Ángel fue una de las esculturas que han sufrido algún ataque a lo largo de la historia. Esta obra fue atacada con un martillo dejando destruido el rostro de la mujer, siendo una ardua tarea la de restaurar una obra de arte de estas magnitudes.
«El David» (1501-1504) de Miguel Ángel también fue atacado por un turista que pegó varios martillazos a la parte inferior de la monumental escultura que actualmente se encuentra expuesta en la Galería de la Academia de Florencia. Uno de los dedos del pie de la escultura resultó dañado y fue reconstruido con los fragmentos de mármol que se recogieron después de que esa persona cometiera tal atrocidad.
«Guernica» (1937) de Picasso sufrió un ataque cuando se encontraba expuesto en el MoMA. Esta obra que combina el cubismo junto al surrealismo y al expresionismo resultó dañada con un spray rojo que utilizó el infractor para poner una frase demoledora «muerte a todas las mentiras».
«La Venus del Espejo» (1647) de Velázquez fue otra de las obras de arte acuchilladas y rotas con un hacha cuando se encontraba expuesta en la National Gallery.
«Cristo de San Juan de la Cruz» (1951) de Dalí fue arrancado de cuajo después de que el infractor lanzara una piedra y lo agujereara para dañarlo por completo.
«Sendas onduladas» de Pollock (1999) fue atacado por la misma persona que intentó dañar el «David» de Miguel Ángel, pero en esta ocasión lo que hizo fue pintar con rotulador negro la pintura.
«La Libertad guiando al pueblo» de Delacroix (1830): una persona hizo una pintada con un rotulador que por suerte no traspasó el barniz y una de las obras de arte más importantes de la historia pudo ser restaurada en menos de dos horas.
«Cuenca Argenteuil con un solo velero» (1874) de Monet, ha sido otra de las obras de arte que ha sufrido varios puñetazos llegándose a romper el lienzo y que provocó que la obra estuviera en restauración durante más de un año y medio.
«La Sirenita» (1913) de Edvard Eriksen se trata de una de las esculturas más míticas de la actualidad, sirviendo como método de protesta en Dinamarca. Los ataques que ha sufrido han sido múltiples, desde que le han cortado la cabeza y alguna extremidad hasta detonar la piedra donde se encuentra para que la escultura desapareciera entre las aguas del mar.