El mayor problema de los supermercados: el desperdicio de alimentos
Tal y como están las cosas con el precio de la luz, los problemas de agua, la gasolina y el gas, entre muchos otros, muchas familias tienen que hacer recortes en los gastos para llegar a fin de mes. Si bien, comer es una de las cosas más importantes, los supermercados son los locales encargados del abastecimiento de alimentos. El problema llega cuando hay un excedente en el pedido, en ese momento es cuando surge el desperdicio de alimentos, dado que ya no están «bonitos» como para ser comprados. La fruta es uno de los alimentos que más rápido se desperdicia y a su vez, por la sequía, es uno de los productos más caros y más demandados.
La cadena de supermercados Lidl, tiene más de 650 tiendas en nuestro país y se convirtió en uno de los primeros negocios con un residuo 0 en todas sus plataformas logísticas. Ahora ha querido ir más allá y comprometerse para evitar el desperdicio de alimentos. Su plan quiere reducirlo en un 30% de aquí al 2025 y hasta un 50% para cumplir la agenda 2030. Para ello, colabora con ONG locales a las que dona los productos excedentes, así como impulsar la transformación de ciertos alimentos como el pan o las legumbres, no compradas, en pienso animal. Del mismo modo, aplica un programa para pedir lo necesario para reponer.