Las impresionantes piedras de granizo que cayeron ayer domingo 9 de julio en la provincia de León, han dejado dañados tejados, tierras, elementos de decoración en jardines y fincas.
Las grandes bolas de hielo que han cubierto las calles y zonas verdes han dejado paisajes similares a las heladas y nevadas de los meses más fríos del año.
Las tormentas que se han desencadenado en Castilla y León de forma inesperada, han precisado incluso en algunos puntos la intervención de los bomberos.