Si algo caracteriza a Shakira es su discreción en cuanto a su vida privada. La noticia la ha marcado ahora sus hermanastras Lucila, una neurocirujana que durante años vivió en Tenerife junto a su pareja Roberto García Barreto, un constructor.
Ambos compraron un lujoso chalet en la isla que contaba con impresionantes características como seis habitaciones y seis cuartos de baño. En total, estaba valorado en un millón de euros y con una hipoteca puesta a nombre de los dos.
Tal y como contó el abogado de su expareja, Miguel Carneno, al diario ABC: «Hicieron negocios juntos, ella le convenció para que pusiera varias inversiones a su nombre y le arruinó».
Desahucio de la vivienda
El pasado miércoles 23 de mayo estaba previsto que llevase a cabo el desahucio de la lujosa vivienda aunque esta orden finalmente se paralizó, pudiendo el constructor seguir residiendo en ella. Algo que le salvó, puesto que actualmente se encuentra arruinado y con una incapacidad médica absoluta.
Por su parte, Lucila está en en paradero desconocido. La única información que se conoce es que tras terminar la relación sentimental, se mudó a Barcelona. Y posteriormente, se mudó a Barranquilla.
«A ellos [a la entidad bancaria] no les importa que ella se haya ido de España ni tampoco se han molestado en buscar los activos que pueda tener», asegura el abogado.
García también asegura que en los últimos meses ha sufrido numerosas amenazas por parte del ámbito familia de su expareja, más concretamente de William Mebarak, padre de la neurocirujana y también de Shakira.
Los problemas de Shakira
Pero las cosas tampoco pintan mucho mejor para la cantante. El pasado jueves 24 de mayo la Fiscalía de Barcelona prorrogó las diligencias de investigación por el fraude a Haciendo cometido por la cantante entre 2011 y 2014.
Presuntamente Shakira había eludido el pago de impuestos simulando que tenía su residencia en el paraíso fiscal de las Bahamas. Unas simples facturas de una peluquería de Barcelona fueron más que suficientes para descubrir este fraude fiscal. La intérprete de ‘El Dorado’ ha realizado en enero de 2018 el pago de 20 millones que corresponderían a la deuda correspondiente al primer año.