«Querido marido. Necesito. Más. Ayuda», así empieza la carta escrita por Celeste Erlach dirigida a su marido inoperante en casa, quien se pasa el día sin echar una mano en la crianza de su dos hijos y las labores del hogar. Esta mujer estadounidense de 35 años no pudo aguantar más y publicó esta carta en la página de Facebook ‘Breastfeeding Mama Talk’. Este post no tardó en ser aplaudido, comentado y compartido en todas las redes sociales.
En el escrito, Erlach explica cómo es un día a día junto a su marido y a sus dos pequeños, uno bebé. Lo hace con una acontecimiento que acabó colmando su paciencia ya que pidió a su pareja que vigilara al más pequeño mientras ella recuperaba horas de sueño: «Tú entraste en la habitación 20 minutos después, con el bebé aún llorando frenéticamente. Pusiste al bebé en la cuna y, con cuidado, empujaste la cuna más cerca de mi lado de la cama, un claro gesto de que habías terminado de vigilarle (…) Solo unas pocas horas de valioso sueño. ¿Es tanto pedir?».
«Te estoy contando cuanto te necesito y si sigo a este ritmo me voy a romper. Y eso te haría daño a ti, a los niños y a nuestra familia», avisa. Y es que Celeste, experta en marketing, acusó la falta de sueño. «Soy un humano, estoy funcionando con cinco horas de sueño y estoy cansadísima. Te necesito», escribió en esta misiva de auxilio.
La reacción
No obstante, esta madre norteamericana aseguró en otro texto que nunca llegó a enseñar esta carta a su marido ya que la escribió para desahogarse. Fue entonces cuando Erlach decidió hablar «cara a cara» con su compañero para arreglar todo lo que estaba sucediendo en casa, y a partir de entonces, su esposo se puso las pilas y empezó a realizar las mismas tareas de casa.
«Decidí publicar esta carta después de habernos acostumbrado a nuestra nueva rutina. Creo que ayudará a otras mujeres a ser sinceras. Espero que sirva como un catalizador para aquellas mujeres que están peleando, que se están rompiendo como me pasaba a mí», explicó.
Muchas mujeres se han sentido identificadas con el desahogo de Celeste Erlach pero han querido hacer hincapié en que la palabra «ayuda» usada en gran parte del texto no es la más correcta ya que el camino correcto es la igualdad. Las colaboración en el hogar y con los hijos es cosa de todos.