El Juego del Calamar se ha convertido en la serie más vista de la historia de Netflix, con 111 millones de visionados. El problema es que a pesar de que es una serie para mayores de 16 años, los niños también la están viendo. ¿Es apta para ellos? La respuesta es no.
Por qué los niños no deberían ver El Juego del Calamar
«Luz verde, ya puedes correr y parar», es una de las frases que más se han escuchado últimamente. Adultos y pequeños, todos parecen recitarla. Si has visto El Juego del Calamar, sabrás que hace referencia a uno de los juegos de la serie, concretamente al primero de todos. Esta frase aparentemente inocente se podría asociar al juego que todos conocemos: «El escondite Inglés», en el que varios niños tienen que correr hacia una persona que está de espaldas a ellos mientras canta: «Un, dos, tres, al escondite inglés». Cuando se da la vuelta, los niños se tienen que quedar quietos, porque sino pierden.
Sin embargo, en El Juego del Calamar, el juego es bastante diferente. Y es que los protagonistas, a medida que se aproximan a la muñeca que canta la frase «Luz verde, ya puedes correr y parar», deben tener cuidado y permanecer quietos, porque sino son eliminados y mueren. De hecho, el objetivo de la serie es que tienen que quedar muy pocos jugadores vivos para ganar el premio final: una gran suma de dinero.
Ahora la pregunta es: ¿se trata de una serie apta para niños? La respuesta es no. La historia está llena de violencia y no es recomendable para menores de 16 años. Pero parece ser que, lejos de prohibirles verla, muchos padres están dejando que sus hijos la vean con ellos o a escondidas, ya que como ahora la gran mayoría de menores tienen teléfonos móviles, pueden acceder a Internet con gran facilidad.
La preocupación de docentes y padres
Ante esta situación, los profesores de colegios han empezado a preocuparse ya que han visto como en los recreos entre clase y clase, niños de Primaria, de 8 a 12 años, se han puesto a jugar al juego de «Luz verde, luz roja» incluso simulando que morían en caso de moverse antes de llegar a la meta.
Muchos padres también están alarmados, ya que sus hijos les piden ver la serie de El juego del Calamar porque todos sus compañeros de clase la han visto. Para que la prohibición no se la tomen muy mal, lo que deberían hacer los padres es explicarles a sus hijos por qué no es una historia apta para ellos, estableciendo de forma clara y consistente cuáles son los límites.
El problema reside en que los niños de Primaria no han llegado a un punto de desarrollo emocional suficiente para ser críticos con lo que están viendo. Además, al tratarse de una serie que mezcla el mundo infantil y los juegos de su edad, con la violencia de los adultos, los niños tienen aún más interés en imitar lo que ven, incluyendo la agresividad. Esto supone un verdadero problema, ya que parece que les estamos educando en la propia violencia.
Por lo tanto, los primeros que tendrían que poner de su parte para resolver el problema deberían ser los padres. Si protegemos a los niños entre todos, conseguiremos que se conviertan en mejores personas y no se dejen llevar por historias violentas como El Juego del Calamar, la cual aunque es una serie que ha generado mucho éxito, no es apta para todos los públicos.
Virginia González