”Ahora suena Gloria a ti de Rosarillo. La escucho y de repente a mi cabeza se me viene confesarte que sé que tengo que vivir con tus recuerdos. Pero hay una parte de mí que espera volver a verte, escucharte, sentirte, más allá, en un milagro. ¡Dios! Cómo me gustaría creer en los milagros y vivirte un minuto, sólo un minuto más”, dice en la misiva remitida a los medios. Patricia reconoce que si ese milagro sucediese se quedaría “atónita” observando al niño, dejando que marcase los “tiempos” y memorizando sus “miles de expresiones en pocos segundos”.
La carta continúa: ”Si sigo soñando se me viene tu carita y ojos tiernos, a la vez que te me acercas pidiéndome mimitos, dejando aflorar tu ternura y limpieza. Imagino cómo te abrazarías y seguro que te encogerías como un paquetito entre mis brazos y me hablarías, primero triste, diciéndome lo que me echas en falta y lo que esperas que haga por ti”.
En el emotivo texto, la madre de Gabriel reproduce un supuesto diálogo entre ella y su hijo, en el que éste le diría “pizpireto” y con voz de “entusiasmo” que ha visto “miles y miles de peces” y a todo el mundo escuchando girasoles, porque todos le quieren “mucho”.
«Cómo me gustaría creer en los milagros y vivirte un minuto, sólo un minuto más”
En este diálogo, el pequeño le confiesa a su madre que fue él el que mandó una calavera portuguesa a la costa de Almería que tanto les “enamora” a los dos para que supiese que está con ella.
”¡Lo sabía mami! (me dirías) porque hablábamos mucho de ellas, y recuerda que Víctor, el gran buceador, nos dijo que era imposible verlas en nuestro mar. Creo que, después, se haría el silencio y nos miraríamos. Te diría ‘te quiero’ y tu responderías: ‘Yo más’ -te imagino en tono bajito y sonriente-, ‘¡infinito!’, yo te respondería, ‘mas infinito elevado al infinito’. Después nos quedaría el silencio enamorado y nos despediríamos”.
Además, en la carta Patricia asegura que quiere seguir protegiendo a su hijo, a su “sonrisa eterna”, principios, valores y su “alegría” en su “forma de vivir”. Para ello, asegura que “ seguirá cuidándose para poder seguir andando”.
”Sé que te alegraría saber que, junto con papá, nos estamos encargando de que no se mencione a la bruja mala, y haremos todo lo posible porque no pueda hacer daño nunca más. Sabemos que prefieres ver gestos de alegría y amor en los que tu esencia se vea reflejada”, añade.
Te diría ‘te quiero’ y tu responderías: ‘Yo más’ -te imagino en tono bajito y sonriente-, ‘¡infinito!’
”No estoy sola, mi niño, hay mucha buena gente que nos ayuda desde diferentes lugares, te ayudan a ti y así nos protegen a todos. Seguro que después de todo lo que te he contado ya no te extraña que se escuche tanto la canción de Girasoles. Queda tranquilo y descansa. Está todo bien y mañana será un buen día, mi niño. Nos vemos en nuestros sueños”, concluye.