Jérôme Hamon, de nacionalidad francesa, es el primer paciente del mundo en someterse a dos trasplantes de cara en ocho años.
Este francés de 43 años, padece neurofibromatosis o «enfermedad Von Recklinghausen», un mal genético que le provocó la deformación del rostro. La desfiguración de su rostro, era tan grave, en el año 2010, que los médicos consideraron inviable un trasplante.
La primera operación fue completada con éxito; pero en 2015, para curarle un catarro, un médico le recetó un antibiótico que era incompatible con el tratamiento que seguía tras el trasplante. Su cara empezó a deformarse de nuevo, a atrofiarse y ulcerarse.
El médico Lauren Lantieri y su equipo, quienes realizaron la primera cirugía con éxito, había dejado de operar; sin embargo, decidió operarle por segunda vez.
En la noche el pasado 15 de enero 2018 llegó la llamada de que había un donante. El médico se desplazó a 500 kilómetros de París para extraer la cara el difunto, un hombre de 22 años, y luego regresó de inmediato a la capital para implantársela a Hamon. La operación se prolongó durante 22 horas. Fue mucho más delicada que la primera porque las venas del paciente eran más frágiles y el riesgo de rechazo, considerablemente mayor.
La segunda operación ha ido bien, pese a la sustancial pérdida de peso y una infección viral. Hamon hasta pudo ir a su casa de Bretaña durante unos días y bromea conque la gente le dice que ha rejuvenecido.
Es admirable el coraje de este hombre y alabable la dedicación del médico que ha realizado los trasplantes.