El colon irritable es una de las enfermedades crónicas del aparato digestivo que más personas padecen. Y también es una enfermedad que suelen sufrir en silencio, ya que sienten vergüenza al admitirlo. Es un síndrome que mucha gente no entiende y que produce muchas molestias a la hora de llevar un ritmo de vida normal. Por ejemplo, a la hora de ir al trabajo o de pasar la jornada completa en nuestra empresa. Te contamos cómo combatir el colon irritable.
Estos son los síntomas del síndrome del colon irritable
El colon irritable, cuya denominación exacta es síndrome del intestino irritable (SII), es un síndrome crónico que se caracteriza por la existencia de dolores abdominales frecuentes así como cambios repentinos respecto al tránsito intestinal. Este problema afecta al correcto funcionamiento del aparato digestivo y tiene sus consecuencias en nuestra calidad de vida. El absentismo laboral, las limitaciones sociales o la percepción sobre nuestra salud son algunas de sus consecuencias.
Los síntomas más habituales suelen ser los dolores abdominales, los gases, la hinchazón abdominal o la alteración en el ritmo intestinal, lo que produce periodos de diarrea o estreñimiento. También pueden producirse saciedad precoz al comer, náuseas, vómitos, ardores, sensación de evacuación incompleta, pérdida de peso o incluso mucosidad en las heces. Otros síntomas más graves serían el sangrado rectal, la anemia por falta de hierro, la diarrea nocturna o la dificultad para tragar.
¿Por qué se produce el síndrome del colon irritable?
Todavía no se sabe a ciencia cierta cuáles son los motivos de esta dolencia, si bien es verdad que todo apunta a una somatización psicológica que se reflejaría en el aparato digestivo. Pero hay otras teorías que también señalan los factores genéticos, las alteraciones hormonales o las intolerancias hacia algunos alimentos. Suele aparecer antes de los 35 años y reducir su intensidad a partir de los 60. También suelen padecerla más mujeres que hombres.
¿Cómo podemos combatir el colon irritable?
Las posibles soluciones van desde las terapias psicológicas hasta los cambios en la alimentación. En primer lugar, se puede probar cambiando de dieta para evitar los alimentos que produzcan más gases o pesadez de estómago. Pero también se pueden implementar terapias como la acupuntura, la hipnosis o la psicoterapia. Por último, también se puede recurrir a algunos fármacos como inhibidores de espasmos, estimulantes del movimiento, antidiarreicos o laxantes (según sufran periodos de diarrea o de estreñimiento) e incluso psicofármacos.
Franco Dávila