La ciencia no avala que abrazar un árbol tenga beneficios directos
Cada 28 de junio se celebra el Día Mundial del Árbol como una forma de honrar su existencia y recordar la importancia que estos tienen a nivel ambiental, puesto que son vitales para la producción de oxígeno y la absorción del dióxido de carbono, manteniendo un equilibrio en la atmosfera que posibilita la supervivencia de las especies. Asimismo, desde hace un par de años se ha viralizado que abrazar un árbol es muy beneficioso para el ser humano, pero desde el ámbito científico se desmiente tal teoría, puesto que no está demostrada como tal.
Los científicos especifican que a pesar de que la naturaleza tiene un impacto positivo sobre la salud de las personas, como mejorar la calidad del aire, no es una solución ante enfermedades que deben tratarse bajo el control de un especialista, tales como la depresión o la ansiedad. No obstante, para muchos abrazar un árbol es una práctica muy saludable que incide directamente con los sentimientos y la salud mental.
Por otra parte, abrazar un árbol se ha convertido en parte de una cultura popular que se ha extendido en todo el mundo y que ahora ha pasado a ser una actividad por la que se han decantado muchos ciudadanos y organizaciones, que planifican grandes convenciones y eventos a lo largo del año.