Asturias autoriza la caza en áreas críticas para la protección del oso pardo.
Son las zonas estrictamente protegidas para garantizar la protección de los osos en el territorio asturiano. Casi todas ellas dentro de terrenos de máxima protección para la conservación de la biodiversidad como son los Parques naturales y las Reservas de la Biosfera.
Pero pese a ello, el Gobierno de Asturias ha decidido abrirlas a la caza. Haciendo posible que sean batidas por cuadrillas de cazadores y perros que dejarán el territorio tras su paso totalmente alterado, vulnerando totalmente el Plan de Recuperación del Oso pardo aprobado por el propio Gobierno Regional de Asturias.
La caza en batida, la modalidad que más se practica en el interior de las Reservas de la Biosfera no perdonará aquellos territorios que han sido protegidos hace décadas para garantizar la protección osera. Una modalidad de caza que en otros países solamente se realiza de manera excepcional por la fuerte incidencia sobre la tranquilidad de los ecosistemas donde habita la fauna silvestre.
En Asturias, la Administración ha convertido a la batida en la modalidad de caza por excelencia dentro de los terrenos protegidos. Una modalidad que satisface a las cuadrillas de amigos que se reúnen para cazar, pero que generan en los territorios una profunda alteración ecológica.
FAPAS denuncia la estrategia del actual Gobierno Regional asturiano en materia de conservación de la biodiversidad. Una estrategia que trata de minar, poco a poco, los niveles de protección de los propios espacios naturales que ya están declarados como espacios protegidos.
La apertura de las áreas críticas para la conservación del oso pardo en Asturias, es un paso más para alcanzar el objetivo de que los espacios naturales se conviertan en realidad. En territorios que bajo el amparo del eslogan de “Paraíso Natural” y la existencia de un extraordinario paisaje, se vallan limitando poco a poco los niveles de protección del territorio hasta convertirlos en atractivos espacios para la práctica de las más diversas actividades de ocio, relegando la conservación de la biodiversidad a un segundo plano.