Este es el árbol del amor, que además de belleza está lleno de significados.
Este peculiar árbol suele medir entre 4 y 6 metros, pero puede llegar incluso hasta los 15 metros de altura cuando deja de crecer a los 20 años.
Durante el comienzo de la primavera adquiere un agradable color rosa al florecer sus flores, haciendo que la irregular copa del árbol luzca, desde principios de abril adornada con las pequeñas florecillas.
Las flores de este árbol son las que le hacen diferente, su color generalmente rosado, también puede aparecer en blanco o lila.
Historia del árbol del amor
Son muchas las historias y significados sobre este árbol, sin embargo la que más conocida es la que le da su nombre.
«Oralia, es una bella joven, además de alegre y risueña. Proviene de una noble familia por lo que su vida es acomodada.
Juan, es un humilde minero que además del pico, siempre porta una sonrisa en su cara. Está enamorado de Oralia, pero al ser pobre piensa que nunca podrá alcanzarla.
Cada mañana Juan, acompañado por su burro, camina a su trabajo recitando versos de amor y con la ilusión de encontrarse con su amada y poder ofrecerle de su agua.
Al poco tiempo, la bella joven se percata del cariño y amabilidad con la que Juan la trata y comienza a corresponderle.
Sin embargo, Pierre, un caballero francés perteneciente al ejército de Bonaparte, está interesado en Oralia, y dada su posición social solía, con el permiso de sus padres, visitarla con frecuencia.
Oralía tiene un árbol al cual cuida y riega con mimo, y se sienta bajo su sombra con el apuesto caballero mientras Juan les observa desde la lejanía.
En otras ocasiones la joven se sienta sola bajo su árbol para meditar sobre cual de los dos jóvenes debe decidirse.
Uno de esos días, entre las lágrimas que la indecisión le genera, una leve brisa de viento, mueve el árbol y caen sobre el regazo de Oralia unas lágrimas de su árbol que al tocar las manos de la joven se convierte en un precioso ramo de flores blancas.
Oralia, entonces, entiende que su verdadero amor es Juan, por lo que al día siguiente, cuando se citan para regar el árbol, ésta lo recibe con un impetuoso beso, mientras caían las hermosas flores rosas del árbol compartiendo con ellos su felicidad».