La Laguna grande o el Lago de Babia está situado como su propio nombre nos desvela, en la comarca que lleva su nombre, en plena montaña occidental, en el límite de Asturias.
A 1.440 metros de altitud y entre los pueblos de Cabrillanes y Piedrafita, en plena Babia alta encontramos esta laguna. De origen glaciar, rodeada por un conjunto geológico de mucha importancia, con un conjunto morrénico, y de bloques erráticos.
Desde el 2003 es reserva de la biosfera, además de una zona de protección de las Aves (Zepa), y además está incluida en un proyecto cuyo fin es el de proteger la Cordillera Cantábrica. También está incluida en el catálogo de zonas húmedas de Castilla y León.
Además, también podemos observar a las ranas, que están en su pleno apogeo en la primavera, y las cigüeñas que van a pescar algún despistado pez. También pastan por sus verdes praderas las vacas, que van a la laguna a refrescarse y beber agua, además de los caballos que también se alimentan de los pastos babianos.
Pero para poder disfrutar de estos bellos parajes que tenemos en León, lo mejor es visitarlos, ya que es un lugar ideal para ir con niños pequeños, que van a disfrutar mucho el paseo.
Y es que no hay muchos lugares tan mágicos como Babia, ya lo sabían los reyes leoneses que pasaban largas temporadas por estas mágicas tierras. Respirar su aire, beber de sus aguas y tomar el sol en cualquier época del año, es uno de los placeres que los leoneses tenemos a tiro de piedra.