En las últimas semanas Pablo Motos comienza ‘El Hormiguero’ con una reflexión, utiliza los primeros minutos hablar sobre la incertidumbre e intentar dar consejos durante estos días de cuarentena. Algo que tiene a los espectadores divididos entre los que les encantan sus mensajes y los que piensan que él no es quien para aconsejar a nadie.
Reflexiones de Pablo Motos en «el Hormiguero»
La última de estas reflexiones de Motos ha sorprendido por su brevedad, tan solo duró 3 minutos, pero también por ser de las más necesarias y aplaudidas del presentador:
Así comenzaba su reflexión dirigida a la tercera edad: “No sé como hacer lo que tengo que hacer hoy. No podía seguir adelante si no lo hago. Ya sé que en la tele salen sin quejarse, pero he oído a algunos amigos que algunos de sus padres están llevando mal el confinamiento, que se agotan, que no se están cuidando lo suficiente, que no están haciendo ejercicio, que incluso no se duchan y que no se visten y se pasan el día en pijama”.
Mensaje dirigido a las personas mayores
“Necesito dirigirme a la gente mayor que ve el programa. Lo primero, os entiendo. Ser mayor es como ser de tercera, tus opiniones no se tienen en cuenta, y te sientes como un trasto viejo al que hay que aguantar. Encima ahora, si te contagias sientes que es el final”, pero esto ha cambiado: “Eso ha cambiado, ahora todo ha cambiado.”
“La verdad, aunque suene muy dura, nos han puesto a todos cara a cara con la muerte. Uno no se da cuenta de las cosas hasta que las pierde o hasta que puedes perderlas. Así que no te abandones, no te abandones ahora porque tus hijos no van a poder perdonárselo en la vida, y tus nietos no se pueden quedarse huérfanos de ti. Ese es el por qué eres necesario ahora, que a lo mejor piensas que no tienes fuerzas ahora. Si las tienes, y lo sé porque yo lo he visto”.
Una historia muy personal sobre su madre
Finalmente Motos quiso contar una historia muy personal sobre su madre: “Una de las veces que fui a ver a mi madre antes que muriese, la vi que ya estaba dejando ir, y me decía ‘¿para qué Pablo?’, y le dije ‘necesito que te cuides por mí, yo te necesito para vivir, necesito que te pongas bien por mí’. Le di una razón para luchar y aguantó casi un año más. El lunes siguiente me llamó y me pidió un camisón blanco porque quería verse guapa por la noche. Ya sé que eres mayor, que tienes angustia, que estás agotado y tienes miedo. Esto nos pasa a todos. No te quiebres ahora, esto va a cambiar. Creo que cuando puedas salir a la calle todo el mundo te va a tratar como un héroe y un supervivientes. No nos falléis, nosotros no vamos a fallaros porque os queremos”.