Terminábamos el año confirmando una noticia inesperada, la ruptura de María Teresa Campos y Bigote Arrocet con un mensaje de WhatsApp. Un dolor que se alargaba en el tiempo ya que, hasta hace pocos días, Edmundo no recogía sus cosas de casa de la periodista, cerrando así definitivamente este capítulo y dejándoles seguir adelante a ambos.
Mientras que la matriarca se curaba de su mal de amores, la más pequeña del clan no corría mejor suerte. Tras dos años de relación y un tiempo de convivencia, Alejandra Rubio y Álvaro Lobo también rompían, dejando una duda en el aire… ahora ¿qué?
Parece que todas se hubieran puesto de acuerdo de repente, con la excepción de Carmen Borrego. En los primeros meses del año, todas las Campos han estado buscando un nuevo hogar y, como lunas en torno a su planeta, parece que todas tienden a olvidar cerca unas de otras. Así, Alejandra ya parece tenerlo todo preparado y está ultimando los detalles del que será su primer piso en solitario, ya que pasó de vivir con su madre a convivir con su pareja.
Ahora que la joven ha roto con Lobo parece que el centro, en el que antes vivía, le apetece menos por lo que ya está todo preparado para que se instale en un piso con piscina comunitaria en Aravaca, la zona en la que estaba el ático en el que vivía su madre. Aunque Terelu acaba de vender el dúplex que tenía, esto no quiere decir que se aleje de su hija.
María Teresa quiere estar cerca de su familia
Terelu quiere quedarse en la zona y por eso, tal y como confirma Lecturas, ha alquilado un apartamento de cuatro habitaciones y 200 metros cuadrados, por el que pagará, según al revista, 2.500 euros al mes. Así, la presentadora y colaboradora televisiva se queda en la zona y, además, cerca de su hija.
No se descarta que este sea el lugar donde decida instalarse María Teresa Campos una vez que consiga vender su mansión, algo que hasta la fecha no ha conseguido. Su intención es permanecer cerca de sus hijas pero manteniendo su independencia.