Kiko Rivera ha hablado por primera vez sobre sus momentos más agridulces de su etapa en el internado de Toledo, revelando que fue víctima de bullying por parte de sus compañeros y anima a las personas que estén pasando por esto a que luchen y cuenten lo que les está pasando a sus padres y profesores
Abriendo el baúl de los recuerdos
Kiko Rivera ha sacado a la luz uno de sus recuerdos más duros de su época de juventud. Este año se puede considerar como uno de los más frenéticos en la vida del artista debido a que todo empezaba a saltar por los aires cuando Kiko Rivera descubría que Isabel Pantoja habría estado engañándole todo este tiempo con la herencia de Paquirri, lo que provocó que le dejase de hablar a su madre y comenzara a expresar su opinión a través de las redes sociales.
Esta mala relación entre madre e hijo nos deja ver que, cada cosa de la que opina Kiko Rivera sobre su madre, hace que la brecha que hay entre ellos se haga cada vez más grande. Lo que le produce un gran dolor al artista son sus recuerdos del internado de Toledo y por lo que Kiko ha confesado de manera pública que fue víctima de bullying y también pudimos conocer cómo se encuentra en la actualidad tras haber sufrido una situación tan tensa en los últimos meses.
Todo esto lo sabemos por unas informaciones facilitadas a Socialité donde Kiko Rivera pudo sacar todo lo que llevaba dentro: «Es un tema que nunca he tocado, quizás difícil para mí, pero hoy salió hablando al parecer un compañero de mi colegio interno en Toledo. Y sí, me hacían bullying, quizás no como lo ha explicado el, pero si fui objeto de patadas, puñetazos, me robaban y fue una época bastante dura para que engañaros, por la simple razón de venir de donde venía».
Esta es la razón por la que tiene malos hábitos
Otra de las cosas que Kiko explicaba es que pudo salir de esa mala situación: «Con esto no quiero dar pena ni mucho menos, conseguí salir, conseguí convertirme en lo que soy hoy en día y aunque me costó, siempre tiré para delante, aunque de ahí vienen mis malos hábitos «, comentaba.
María Linares