Como bien sabemos, estamos viviendo uno de los momento más críticos tanto para la economía como para la sociedad. Esta pandemia está causando grandes y graves estragos. Una nueva ola de «hipercontagios» nos está llevando por delante y las restricciones van en aumento.
Castilla y león, ha día de hoy cuenta con 236 zonas básicas de salud. Es decir, una menos que hace una semana y se han registrado tasas que superan los cinco casos positivos por cada 10.000 habitantes.
A pesar de ello, el amor sigue triunfando y las ganas de casarse siguen en pie. Para confirmarlo, las bodas, siguen en aumento, pero como era de esperar, la situación de la que hablaba ha influido directamente en ellas y cosas tan sencillas como bailar un vals, se ha convertido en un impedimento.
Con las nuevas restricciones y en plena temporada de celebraciones (bodas, bautizos, comuniones…) Francisco Igea, el vicepresidente de la Junta y portavoz del gobierno regional, ha pedido cautela a los invitados de una manera muy clara «no hagan lo que habitualmente se hace a las dos de la mañana, tras haber comido y bebido».
Los «vals» y las bodas
Igea, también satirizó un comentario a cerca de la situación sanitaria actual en una de las ruedas de prensa. Comentó la posibilidad de bailar el «vals» entre los novios, aprovechando que son convivientes e inmediatamente añadió que este tipo de actividades «se sabe como empieza pero no como acaba». Insistiendo una vez más en evitar este tipo de situaciones «de riesgo».
Para ello, puso un ejemplo en el que 200 invitados comenzaban a bailar y recalcó nuevamente la «sensatez» de no haber baile tradicional para todos.
Por ello, a partir del 20 de julio (el día de ayer) quedan prohibido los cócteles en toda Castilla y León y las discotecas deberán seguir a pie de cañón las nuevas restricciones impuestas para evitar el ocio nocturno.
Ane Garrido