El ARU del barrio de San Cristóbal delimita una superficie de 11 hectáreas aproximadamente en la zona noroeste de la capital y acoge una promoción pública de viviendas construida por el Ayuntamiento de Burgos entre los años 1969 y 1972. Se trata de 26 edificios de uso residencial, de bloques de cinco plantas sin ascensor y con superficies de viviendas de entre 40 y 76 metros cuadrados. A ellos se suman otros tres bloques de edificios, con ocho portales, de la calle Mérida, con un total de 644 viviendas que sería el total de viviendas del ARU una vez completadas todas las fases.
El conjunto de las viviendas presentaba importantes patologías, entre las que destacaba la ausencia de envolvente térmica en las fachadas, cubiertas y soportales, que provocaba importantes pérdidas energéticas. La intervención se ha centrado prioritariamente en la mejora de la habitabilidad mediante la incorporación de una envolvente térmica en los edificios, tanto en fachadas como en cubiertas, mejorando así considerablemente la eficiencia energética y la sostenibilidad del conjunto de las viviendas. La rehabilitación se ha completado con la mejora de la accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas, así como con la instalación de ascensores y la adecuación de los espacios e instalaciones comunes.
La regeneración urbana de la zona incluye, además de la rehabilitación de las viviendas, obras de urbanización en el barrio, que supondrá la redistribución de la sección viaria con implantación de carril bici, renovación de las redes de abastecimiento, saneamiento y alumbrado público, unos trabajos que ya han sido adjudicados por el Ayuntamiento de Burgos.
La financiación de esta primera fase del ARU ha sido acordada entre la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento de Burgos y los particulares para un total de 320 viviendas, con un presupuesto global de 7,3 millones de euros, de los que la Junta y el Ayuntamiento aportan 1,7 millones de euros cada uno, 2,5 millones aporta el Ministerio y 1,3 millones, los propietarios.
El ARU previsto para el barrio de San Cristóbal está ejecutado, a fecha de hoy, en un 85,3 % y el Ayuntamiento de Burgos ha solicitado la rehabilitación de otras 116 viviendas más, petición que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y el Ministerio de Fomento han aceptado para su ejecución en 2018, con cargo a la prórroga del Plan Estatal de Vivienda para 2017.
La rehabilitación, eje de la política de vivienda
Uno de los ejes de la política de vivienda de la Junta de Castilla y León es la decidida apuesta por la rehabilitación, concretada en la continuación de la ejecución de ARUs en las distintas provincias y en la aprobación de la Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León como marco unificado y coherente de actuación.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente ha defendido en distintos foros que las políticas de rehabilitación, regeneración y renovación urbana son “una herramienta esencial para definir el futuro de nuestras ciudades, en clave de sostenibilidad, eficiencia energética y calidad de vida”.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente desarrolla actualmente en Castilla y León 23 actuaciones de regeneración y renovación urbanas, con una inversión global de 51,4 millones de euros que mejorarán un máximo de 2.570 viviendas. Según estimaciones del Ministerio de Fomento, por cada euro de ayuda en rehabilitación y regeneración urbana se genera una inversión productiva tres veces mayor, y por cada millón de euros invertido se crean como mínimo 39 puestos de trabajo, entre 13 y 24 puestos directos y otros 25 indirectos. Estas 23 Áreas de Regeneración Urbana se unen a otros 59 ARUS y ARIS (Áreas de Regeneración Integral, en la anterior denominación) ya concluidos en estos últimos años, que han permitido actuar en unas 13.000 viviendas e invertir unos 282 millones de euros, con la correspondiente actividad económica que de ello se deriva, además de la mejora de la calidad de las ciudades y pueblos en los que se actúa.
Además, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha destinado este año 7,3 millones de euros a ayudar a las comunidades de propietarios, agrupaciones de comunidades de propietarios y propietarios únicos de edificios de viviendas a mejorar la conservación, calidad y sostenibilidad de sus inmuebles, duplicando el importe máximo de la subvención por vivienda para su rehabilitación.
En la actualidad, para el presente año 2017, está en vigor la prórroga del vigente Plan Estatal de fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria, y la regeneración y renovación urbanas, 2013-2016. El 18 de agosto se ha publicado en el BOE el Convenio de colaboración entre el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Castilla y León para la ejecución de la prórroga. En 2018 entrará en vigor el nuevo Plan Estatal 2018-2021 que el Ministerio de Fomento ultima, y en el que han colaborado las comunidades autónomas. En este nuevo plan hay que destacar la inclusión de programas de fomento de la mejora de la eficiencia energética y sostenibilidad y de mejora de la accesibilidad, que permitirán profundizar en las políticas de rehabilitación y regeneración urbana ya en marcha en Castilla y León. También, entre otras, incluirá una nueva figura que ha sido defendida por la Junta de Castilla y León, que son las ayudas a la rehabilitación individual de viviendas, lo que permitirá llevar dichas ayudas a la rehabilitación de viviendas unifamiliares y aisladas en el medio rural, llegando a pequeños pueblos donde no hay edificios de viviendas, para los que hasta ahora iban destinadas, contribuyendo a ese objetivo transversal de las políticas de la Junta de Castilla y León de mejorar los servicios, la actividad económica y la confortabilidad del medio rural a fin de fijar población.
Digital de León