La Guardia Civil fue una de las primeras en el cuerpo y tras treinta años de servicio habla abiertamente sobre la situación de las mujeres
Después de 30 años de servicio en la Guardia Civil, Candelas Martín Antolín se retira y reflexiona sobre su trayectoria en una entrevista con el periódico ABC. Ingresó en 1993, en una época en la que las mujeres eran una minoría en el cuerpo. En su primera promoción, estima que solo había alrededor de 300 mujeres entre 5,000 aspirantes.
Su experiencia comenzó en Cervera de Pisuerga (Palencia), donde notaba la extrañeza de la gente al ver a una mujer patrullando las calles. Sin embargo, con el tiempo, esa percepción cambió y la presencia de mujeres en la Guardia Civil se ha vuelto normalizada.
A lo largo de su carrera, Candelas pasó por varios destinos, siendo a menudo la única mujer en su unidad. A pesar de algunas actitudes discriminatorias iniciales, siempre se mantuvo firme en su compromiso y capacidad profesional. Destaca el apoyo de sus compañeros y su capacidad para desempeñar cualquier tarea.
Ahora, al retirarse, reflexiona sobre el avance de las mujeres en la Guardia Civil y señala que los procesos de ascenso están bien regulados y basados en méritos, sin discriminación de género. Priorizó su familia, pero su legado en la institución y su contribución al servicio público perdurarán como un ejemplo de dedicación y valentía.