La Junta otorga subvenciones para la instalación de pastores eléctricos con el fin de evitar la intromisión del oso pardo
La naturaleza tiene sus propias leyes, pero no gusta que un animal venga a destrozar todo tu arduo trabajo, esto es el problema al que se están enfrentando los vecinos de cientos de municipios de la comunidad de Castilla y León, ante la presencia de osos pardos en busca de comida. Actualmente, con el cambio climático y otros factores, el bosque tiene un desajuste que provoca la escasez de alimentos de algunos animales, por lo que, algunos se decantan por encontrar algo en zonas pobladas.
Desde la pandemia, al no haber presencia del ser humano en la calle por el confinamiento, cogieron costumbres y menos miedo, de modo que, no es poco habitual verlos rondando por mitad de una ciudad. Por ello, la Junta de Castilla y León ha aprobado una serie de subvenciones para que los ganaderos puedan hacer frente a esta amenaza natural que pone en peligro a su ganado, cultivos y cosechas. Hasta el momento ha habido 134 beneficiarios de una cuantía de 85.760 euros, dirigida a la compra de 241 dispositivos, entre los que se incluyen pastores eléctricos, ahuyentadores, etc.
La mayoría de los solicitantes, provienen de la provincia de León, quienes se han llevado el 86% del presupuesto. Gracias a esta ayuda, han comprado 200 pastores eléctricos para proteger los colmenares, así como otros dispositivos de control. De esta manera, se pretende poner en el foco la labor de los ganaderos, agricultores y apicultores de las zonas, a la vez que se preserva la existencia de los osos y la conservación de los entonos.