Las universidades públicas de la Comunidad constituyeron en 2002 el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Castilla y León con el ánimo de aprovechar sinergias y facilitar el desarrollo de acciones conjuntas. Entre los objetivos de este Consorcio se encuentran, entre otros, la renovación tecnológica, la puesta en marcha de nuevos servicios que cubran las necesidades de alumnos y profesores, la dotación de fuentes de información electrónica para el apoyo a los investigadores, así como la puesta en común de bibliografías y formación del personal de dichas bibliotecas.
Ahora, y dando un paso adelante en los servicios proporcionados por las bibliotecas universitarias de Castilla y León, se pone en marcha, con el impulso decidido de la Consejería de Educación, el proyecto ‘Soporte al Investigador en Biblioteca’, iniciativa que busca ahondar en las actuaciones ya existentes y proporcionar soporte a los investigadores de la Comunidad para facilitar el acceso y gestión de los resultados de investigación, dando visibilidad a los mismos y posicionar a la comunidad investigadora de Castilla y León a nivel internacional.
Estas actuaciones cuentan con el respaldo presupuestario de la Junta de Castilla y León que, a través del Programa Operativo FEDER de Castilla y León, destinará un importe superior a los 2,5 millones de euros, cantidad que se suma a la ya aportada durante estos últimos años en subvenciones destinadas a las bibliotecas universitarias por un total de 8.117.385 euros, con la distribución por universidades fruto del consenso entre las mismas.
El ambicioso proyecto SIB se centra en cinco líneas de trabajo principales: mejorar la interoperabilidad de los repositorios de la Comunidad, conectándolos entre sí y elaborando el portal autonómico de acceso a la documentación científica; incrementar la visibilidad de los resultados de investigación de las universidades; proporcionar herramientas y plataformas de intercambio de información científica para promover la colaboración de los investigadores de Castilla y León con el resto de investigadores a nivel internacional; analizar la producción científica para la obtención de métricas e indicadores; y crear una base bibliográfica común formada por los recursos bibliográficos de las cuatro universidades públicas e implementar un carnet único de biblioteca.
El esfuerzo conjunto realizado desde hace 14 años ha supuesto para las cuatro universidades públicas de la Comunidad un salto cualitativo de los recursos disponibles para la gestión automatizada, los recursos informáticos y recursos de información científico-técnica, dedicándose, entre otras, a diferentes líneas prioritarias. Algunas de ellas son la suscripción consorciada a las principales colecciones de revistas electrónicas y bases de datos científicas que anteriormente se suscribían de forma individual; la optimización de recursos de información mediante la evaluación del uso y el coste de las revistas electrónicas o el desarrollo de un servicio de referencia virtual cooperativo para ser útil a los 100.000 usuarios potenciales de las bibliotecas.
Otras líneas prioritarias son la puesta a disposición de los investigadores de un servicio de software de gestión de referencias bibliográficas, mediante el que pueden realizarse listas automatizadas para ser incorporadas automáticamente a los trabajos de investigación; los planes de formación y actualización profesional para su personal y que así pueda formarse en cursos específicos de cualquiera de las cuatro universidades; el programa de alfabetización informacional, a través de la creación de grupos de trabajo para elaborar tutoriales, guías de uso y manuales de autoaprendizaje sobre los recursos de información electrónica contratados por BUCLE, y la organización de las jornadas BUCLE.
Este compromiso por parte de la Junta ha permitido mejorar la dotación y equipamiento bibliográfico de las universidades públicas, en plena consonancia con la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) de Castilla y León 2014-2020, concretamente en su programa 6, ‘Agenda digital para Castilla y León’, y en el objetivo específico 6.3 de ‘Impulsar la e-administración y mejorar la eficacia, eficiencia y calidad de los servicios públicos a través de un uso intensivo en TIC’.