Oscar Torres, un constructor de Toledo compra un pueblo abandonado de Castilla y León por 300.000 euros con el objetivo de crear un hotel rural y un espacio para actividades en la naturaleza que pueda resultar un atractivo turístico para reactivar la zona.
El constructor ha comprado el pueblo de Salto de Castro, ubicado en Zamora. Se trata de un pueblo abandonado desde el año 1989 que pertenece al Ayuntamiento de Fonfría, en el parque natural de Arribes del Duero, justo en el límite entre España y Portugal.
El pueblo abandonado de Salto de Castro
El pueblo fue construido por Iberduero, a mediados del siglo XX, para dar cobijo a los trabajadores que realizaban las labores en la presa de Castro. La actual Iberdrola construyó en su momento más de 40 casas que fueron abandonadas cuando se produjo el traslado de los empleados.
Salto de Castro cuenta una superficie de 7,8 hectáreas, de las que 6.600 metros cuadrados están construidos, y se encuentra a 53 kilómetros de Zamora. Ya fue comprado en el año 2008 y posteriormente se puso a la venta por 6,2 millones de euros, pero finalmente lo ha adquirido el constructor por 300.000 euros.
El objetivo es construir restaurantes, tiendas, hotel y apartamentos turísticos para el disfrute de los visitantes y, a su vez, crear actividades como tirolina, deportes náuticos o rutas de senderismo e incluso ponerlo a disposición de eventos para empresas o bodas.
El constructor prevé una inversión de entre 3 y 5 millones de euros para lo que espera contar con la ayuda y el apoyo de las administraciones públicas y sus fondos propios, para reactivar una zona de la España vaciada y poder «poner en marcha lo que antes funcionaba y ahora no».