El conocido crucero de First Dates para encontrar el amor, atraca su barco en la costa de Salamanca.
El programa de entretenimiento presentado por Carlos Sobera que ameniza todas las noches a las 21:25 horas, nos deja situaciones y comentarios de lo más dispares y que no dejan indiferente a nadie.
El equipo del programa, previo casting de los participantes, organiza citas entre personas que a su semejanza podrían encajar como pareja, además de contar con personajes que destacan por sus historias, actitudes o formas.
Esto es lo que hace que el programa tenga tanto éxito, que además de ir a buscar el amor, nos saque una carcajada simpática cada noche con las diferentes anécdotas.
Los participantes que aspiran a encontrar pareja, no suelen ser de las mismas ciudades por lo que generalmente después de las cordiales presentaciones la primera pregunta suele ser; «bueno, y tú, ¿de dónde eres?».
Y es aquí cuando en algunas ocasiones hemos oído auténticas meteduras de pata como que Murcia está en Andalucía, Holanda en Estados Unidos o confundir Logroño con Barcelona.
La cita de Carla y David
En esta ocasión han sido David y Carla la pareja que el programa ha decido citar.
Después de presentarse mutuamente, comenzaron a hablar sobre sus trabajos, el lugar de procedencia de cada uno… lo lógico en una primera cita.
Por esa razón empezó David explicando que venía de Salamanca, se dedicaba a la agricultura y a su vez, su pasión por la música le lleva a compatibilizarlo con su profesión de DJ, por la que se le conoce como ‘DJ Monchi’.
Por otro lado Carla, 25 años, de Lugo, antes de las presentaciones ya sentenció que el chico no le gustaba, sin embargo se dio la oportunidad de conocerle según explicó ella: “este chico no me gusta. Igual me puedo enamorar con su personalidad pero no lo que están viendo mis ojos”.
Carla y su ubicación de Salamanca
Desde el primer instante se podía apreciar la falta de atracción.
Sin embargo el punto culmen fue cuando, David intentando dar fluidez a la conversación, pregunta a la chica si conoce Salamanca, a lo que ella responde que no, David le indica que desde Lugo, no hay mucha distancia, unas tres horas.
Parecía que la conversación iba cogiendo fluidez, cuando ante la indicación del joven, Carla contesta que nunca ha pasado por la costa de Salamanca... ese lapsus hizo que finalmente tras la primera cita no hubiera una segunda…
David: “¿Has bajado a Salamanca alguna vez?”
Carla: “No he tenido el gusto”
David: “Pues no se tarda tanto, como mucho dos horas y media o tres”
Carla: “Bueno, creo que sí he estado de pasada, por la costa”
David: “¿Por la costa, a Salamanca? ¿Pero por dónde has ido?”
Carla: «Las carreteras de memoria no me las sé, así que…»
David: «Costas por allí… poquitas… está la de Portugal pero a dos horas…»