Los incendios forestales tienen un impacto devastador. Una de las consecuencias más visible es la destrucción del ecosistema y del paisaje. La vegetación destruida aportaba oxígeno, capturaba CO2, sostenía el suelo y daba cobijo y alimento a una gran variedad de organismos.
La pérdida de suelo por erosión es la más grave de todas las consecuencias de incendios forestales. La destrucción de la estructura superficial del suelo y arrastre de cenizas origina una compactación que impide la penetración del agua, reduciendo así su humidificación. Las lluvias torrenciales arrastran las cenizas y las aguas aumentan su turbidez contaminándolas.
Los incendios forestales liberan a la atmósfera importantes cantidades de CO2, además de otros gases y partículas, lo cual favorece el efecto invernadero y el cambio climático. Las partículas de carbón y las cenizas en suspensión, tienen, por otro lado, un efecto perjudicial en la salud de las personas.
La Guardia Civil, como en años anteriores, lleva a cabo una campaña de prevención de los incendios forestales en la época estival, período en el que se producen el mayor número de siniestros.
Del estudio y análisis de los datos de los 15 últimos años, ha quedado patente que la mayoría de los incendios forestales se encuentran vinculados al factor humano, ya sea por obra de un pirómano o derivada de la negligencia en el uso del fuego, siendo muy pequeña o casi nula la incidencia de las causas naturales.
Aumento de los delitos en un 140%
Si tomamos como referencia las cifras obtenidas en los primeros cinco primeros meses del año, el número de delitos de incendios forestales ha aumentado en un 140% con respecto al mismo periodo de 2018.
El número de detenidos o investigados por este tipo de delitos ha aumentado este año en un 90%. Hay un total de 178 personas consideradas autores de los mismos, una cifra que casi duplica a los 95 detenidos e investigados del pasado año.
La Guardia Civil considera que la investigación policial y criminal, así como la exigencia de responsabilidades, constituyen una de la medidas más eficaces para su prevención, puesto que genera un efecto disuasorio en el incendiario y en la conducta negligente del resto de los ciudadanos.
Como novedad, la Guardia Civil ha reforzado los Equipos de Protección de la Naturaleza (EPRONA) de las comandancias con mayor incidencia de siniestros, con especialistas en la investigación de incendios forestales.
La Operación “AGALLADEIRA II”, desarrollada por la Comandancia de Ourense ha sido fruto de esos refuerzos. Se ha saldado con la detención de una persona por la comisión de 16 incendios forestales que causaron gran peligro para la integridad de las personas por su cercanía a las poblaciones. El Juzgado de Guardia ordenó el ingreso en prisión del autor.