Una mujer ha sido detenida en Estambul, Turquía, tras confesar haber maltratado a su bebé de 18 meses inyectándole jabón y lejía con una jeringuilla porque, según su testimonio, “no sentía ningún amor por la niña”, según informan el canal CNN Türk y el diario Hürriyet.
El caso, que ha consternado al país, empezó a investigarse después de que el personal sanitario del hospital en el que la pequeña había sido atendida alertara a las autoridades. La primera vez que se dio la voz de alarma fue en agosto del pasado año, cuando un médico detectó signos de maltrato a la menor. Su cuerpo presentaba hematomas, rasguños, y fisuras en el cráneo y el abdomen. En aquella ocasión, la policía la detuvo y la interrogó. La mujer negó las acusaciones y quedó en libertad por falta de pruebas.
No era la primer a vez que alertaban a la Policía el maltrato
El 20 de agosto la menor fue trasladada de nuevo a un centro médico porque su estado de salud había empeorado. Las autoridades turcas la arrestaron una vez más, pero fue liberada.
En la última hospitalización de la niña, uno de los médicos prohibió a la madre acceder a la habitación. La bebé mejoró notablemente y todas las sospechas volvieron a centrarse en la madre. Consciente de ello, decidió entregarse en la comisaría del distrito de Avcilar el 9 de febrero y confesar.
En su declaración, la madre, que tiene otros dos hijos, confesó ser la autora de los malos tratos y detalló que desde que tenía un mes le había inyectado lejía y jabón líquido con ayuda de una jeringuilla y le había provocado cortes en varias partes del cuerpo con una navaja de afeitar. Alegó que lo hizo porque no quería a su hija. “Quería morir”, aseguró.
Por el momento, la mujer permanece en prisión preventiva, mientras la menor se recupera de las lesiones con su padre.