La policía local condenada por el asesinato de Isabel Carrasco presenta un recurso de amparo al Constitucional: “Me estoy muriendo en vida”, dice desde prisión.
La sentencia dice, literalmente, que Raquel Gago contribuyó al crimen «con una aportación no esencial o decisiva, es decir de forma prescindible e innecesaria para la ejecución de dicha muerte».
Se trata de un veredicto que no da cuenta de la motivación que llevó a Raquel a participar del asesinato de la presidenta de la Diputación de León en el centro de la ciudad a las cinco de la tarde.
Si Raquel lo hizo, nadie sabe por qué. Si Raquel lo hizo, pudo haber elegido no hacerlo porque su participación, dice la sentencia, era «innecesaria».
Esta semana hemos sabido por otros medios que la expolicía dentro de la cárcel se dedica a ayudar en el módulo de enfermería y va al gimnasio.
Digital de León