La menor asesinada que fue hallada bajo el colchón del vecino de sus abuelos, padecía un leve autismo como indicó el padre.
Fueron tan solo unas horas las que la menor estuvo desaparecida y aunque aún se desconoce como las pudo sufrir ella, sabemos cómo fue su búsqueda durante ese tiempo.
Momento de la desaparición
Los hechos sucedieron el pasado lunes. Como era habitual los abuelos de Laia, la menor de 13 años, fueron a buscarla al colegio y la llevaron a casa. Cuando el padre salió de trabajar se dirigió a casa de sus progenitores a recoger a su hija. Próximo ya al edificio, el padre llamó a los abuelos de Laia para decirles que estaba llegando y buscando sitio para aparcar (esto sucedió sobre las 19:10 horas), que la niña fuese bajando. Al llegar, avisó por el telefonillo que ya estaba y le dijeron que la menor debía estar abajo ya. Aquí comenzó todo.
La búsqueda de la menor
El padre de Laia, al ver que la niña no estaba pensó que tal vez hubiese salido sin que se diera cuenta y se ha despistado, porque la niña padece un leve autismo. Entonces, el padre de la menor decidió recorrer el camino que Laia podría haber hecho hasta su casa; al no verla volvió a la vivienda de los abuelos. Cogió una bici y rehizo de nuevo el recorrido y los alrededores. Tras media hora de búsqueda, a las 19:40 horas, ya avisó a la madre de la menor y le contó lo sucedido a una dotación de la Policía Local de Vilanova i la Geltrú a los que se encontró durante la búsqueda. A partir de aquí la Policía se suma a la búsqueda.
Una vez que la familia se unió a la búsqueda, fueron a la estación de trenes. Al ver que seguía sin aparecer a las 20:25 horas la madre de Laia, fue a poner una denuncia oficial ante la Policía Local.
Después de hora y media de intensa búsqueda, la familia analiza la situación y llega a la conclusión que la menor no ha podido salir del edificio de los abuelos. Así que dos de sus tíos con ayuda de una patrulla policial, se ponen a registrar la vivienda de los abuelos, pero Laia no está por ningún lado escondida. Por ello, se decide ir llamando a los pisos del edificio para preguntar a los vecinos por la menor, para ver si la han visto.
Las sospechas comienzan cuando uno de los vecinos, un hombre de 42 años que se había mudado hace poco al edificio done vivía la madre de éste que en ese momento estaba hospitalizada, que tardó en abrir la puerta. Además cuando abrió salió en toalla porque acababa de ducharse y actuaba raro. Siguieron con la búsqueda, pero el presentimiento sobre el vecino no era bueno, por ello los tíos de Laia, vuelven al piso para llamar de nuevo.
Durante la segunda llamada a la puerta del vecino, éste tarda más en abrir y comienzan los nervios de los familiares. El vecino les repite que no sabe nada pero su actitud sigue siendo sospechosa, así que deciden entrar a la fuerza y comienzan a gritar el nombre de la menor desesperadamente.
Encuentran el cuerpo
Una vez en casa del vecino, abren la puerta de una habitación que está cerrada y ahí encuentran su peor pesadilla. Al abrir la puerta, ven un colchón fuera de lugar bajo el que se encuentra la menor fallecida. Los tíos comienzan a gritar y el hombre a decir «Yo no he sido, yo no he sido». Al oír los gritos, la Policía acude corriendo al domicilio, quien detiene al hombre y da parte de lo sucedido.
Para agilizar el levantamiento del cuerpo de Laia y disminuir la angustia y frustración de los familiares, sobretodo de los padres acuden tres jueces, terminando en la madrugada el levantamiento. El cadáver de la niña tenía tenía heridas de arma blanca, posiblemente fue acuchillada.
La frustración y la angustia de los padres de la menor de 13 años era aún mayor, ya que la pequeña Laia era adoptada. ¿Cuánto duele que te quiten a un hijo o perderlo? Creo que es un dolor que no se puede medir, pues cuánto más para unos padres que han tenido que adoptar y pasar ese duro proceso ya que por circunstancias ajenas a nuestro conocimiento decidieron acoger a su niña, a su Laia y ahora alguien se la ha quitado de forma monstruosa.
El caso lo lleva la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, quienes hasta el momento no descartan ninguna hipótesis y continúan las investigaciones siguen abiertas.