E hecho ocurrió esta semana en las cercanías del polvorín de Horcas Coloradas, en Melilla. El jefe de la Guardia advirtió al cabo caballero legionario Navas que una joven se encontraba en las proximidades del polvorín, al mismo tiempo que avisaba a los servicios de bomberos.
Al llegar al local, se percató que uno de los bomberos lograba sujetar a la chica, que al borde del acantilado amenazaba con arrojarse al vacío, y ambos perdieron el equilibrio. El legionario saltó y agarró de las piernas del bombero, cuando el cuerpo de la joven se encontraba suspendido en el aire, utilizó su cuerpo como contrapeso y consiguió evitar que ambos se precipitasen al vacío.