La provincia de León fue una zona que ganó mucha importancia durante el imperio romano dejando restos de yacimientos arqueológicos de la época
Los yacimientos arqueológicos son un conjunto de restos arqueológicos. En él nos podemos encontrar una concentración de restos de actividad humana y está constituido por la presencia de artefactos, elementos estructurales, suelos de ocupación y otra serie de anomalías. Los restos se pueden encontrar en la superficie o bajo la superficie si el asentamiento ha sido enterrado. A continuación nombraremos varios asentamientos que podemos encontrar en León.
El yacimiento de Asturica Augusta, ubicado en Astorga, muestra una gran ciudad que controlaba el comercio de la región. El establecimiento de una presencia institucional además de una importante producción artesanal. Geográficamente se encuentra rodeada por los ríos Jerga y Tuerto. El autor Plinio y Ptolomeo deja constancia de que el emplazamiento era el más importante de la región siendo la capital de 22 tribus astures. El descubrimiento de los restos data del siglo XIX, momento en el que se encontraron varios tramos de la villa en las cloacas. En 1984 comenzaron a excavar con el objetivo de descubrir como era el trazado de la ciudad. Después de investigar los restos se llegó a la conclusión que se inició como campamento militar se debe a que se han encontrado edificaciones con plantas similares a las militares. El objetivo del establecimiento fue el de crear un centro político y administrativo para una región en la que las principales actividades eran la ganadería y la agricultura, aunque también potencio la metalurgia y la artesanía. Este centro urbano se vuelve cosmopolita destacando la influencia griega. En el ámbito religioso y con la progresiva conversión del Imperio Romano al cristianismo, Astúrica pasa a ser sede episcopal, dato que nos muestra su importancia como sede administrativa tanto en el ámbito político como el religioso.
Aunque son más pequeñas y menos conocidas que las Médulas bercianas, la mina de oro de Las Omaña que es una de las grandes obras de la ingeniería romana que se conservan en León. Para la extracción del oro en el noreste peninsular se utilizaban tres métodos, uno de ello será el sistema de arado en peines o surcos por los que arrastraba el agua, los sedimentos ricos en oro, que se concentraba en zonas donde era posible extraerlo por bateo. Esta técnica permitía optimizar el rendimiento de la mina cuando el oro aparecía en capas superficiales del terreno. Están compuestas por una red de canales que suman más de cincuenta kilómetros de canalización romana diseñados para traer el agua desde la Sierra del Suspirón, a más de veinte kilómetros de distancia. Hay tres canales principales dos de ellos discurren en paralelo, uno de ellos desde Muirias de Ponios y otro que va desde más abajo recorriendo la ladera de Valdesamario y desemboca en las Miedolas de Las Omañas. Uno tiene 21 kilómetros y medio y el otro 17 kilómetros y medio. Existe un cuarto más arriba que nace al pie del monte Arcos de Agua.
Las Médulas fueron en su origen una exploración romana de oro a cielo abierto. A pesar de que los pueblos indígenas prerromanos ya habían explotado el yacimiento, se calcula que empezaron a trabajar en la zona desde la época del emperador romano Octavio Augusto al ser el que dirigió gran parte de las acciones de conquista de los pueblos del norte que tuvo lugar entre los años 26 y 19 a.C. Plinio el Viejo fue en su juventud administrador de las minas y es él el que aseguraba que se extraían al año de allí cerca de 20.000 libras de oro, aproximadamente 1.635.000 kilos. Antonio García Bellido, profesor y arqueólogo, afirma que las tierra de las Medulas rondan los 500 millones de metros cúbicos. Si de media había tres gramos de oro por cada tonelada de tierra que estarían moviendo aproximadamente 1.500.000 kilos. Según los últimos estudios realizados en la zona se calcula que la mano de obra de las Médulas sería entre 10.000 o 20.000 hombres. El origen del nombre no está del todo claro aunque los expertos creen que es el mismo nombre que se le daba a los amontonamientos de paja, muy comunes en esta zona. Otros autores lo relacionan con el latín metalla, metales. Hay muchos partidario de que el nombre viene del Mons Medulius (Monte Medulio).
El hombre de La braña formalmente conocido como La Braña 1 y La Braña 2, son los restos de dos hombres del Mesolítico de hace unos 7000 años encontrados en la cueva conocida como La Braña-Arintero en el municipio español de Valdelugueros. El yacimiento se encuentra a 1489 metros sobre el nivel del mar altitud que ha ayudado a la conservación de restos orgánicos. El yacimiento fue excavado después de que se descubriera casualmente en el 2006 por arqueólogos de la Junta de Castilla y León liderados por el arqueólogo Julio Manuel Vidal Encinas. Los indicios apuntan a que se trata de un depósito intencionado de los cadáveres dentro de un ritual funerario. Los restos de 8.000 años de antigüedad recibieron el nombre de Braña 1 y Braña 2. En los restos del primer cuerpo todavía albergaba alguno de sus dientes, se extrajeron las muestras para escribir un nuevo capítulo en la historia de la ciencia. En el año 2010 comenzó la investigación del ADN de los restos para descifrar el genoma completo del hombre Mesolítico en una carrera en la que concurren varios países.
Legio fue una ciudad romana que pertenece al convento Asturicense en León. Se fundó en el siglo 29 a.C. como los campamentos de la Legio VI Victrix a finales del siglos I fue instalada la Legio VII Gemina la cual hizo de Legio su base permanente hasta principios del siglo V. Está situada en el interfluvio entre los ríos Bernesga y Torío durante la época altoimperial tuvo gran importancia debido a que la unidad militar fue la encargada entre otras tareas de controlar el noroeste peninsular donde se localizaban importantes explotaciones auríferas como Las Médulas. Sus ruinas se encuentran bajo la moderna León y entre ellas sobresalen las murallas, la Porta Principalis Sinistra y los restos del anfiteatro de su cannabae. El Ayuntamiento de León consideró que lo prinicpal era la construcción de un vial, cuyo proyecto original suponía la destrucción total de los restos arqueológicos. Esto era debido a que antes de realizar la intervención arqueológica, ya se había construido el puente que debía enlazar dos viales y cuya cota estaba por debajo de los restos. Este enclave que tiene sus orígenes tiene sus inicios a mediados del siglo I con la llegada de la Legio VI Victrix tiene su auge con la Legio VII prolongando su ocupación hasta finales del siglo III, coincidiendo con la salida de gran parte del contingente militar hacia otras zonas del imperio motivando que la población se desplazará hasta el recinto amurallado. Durante ese tiempo la ciudad sufrió tres remodelaciones pudiendo apreciarse la evolución urbana y el entramado de calles, talleres, tabernas plazas, etc..
Lancia, ubicada en el término municipal de Villasbariego en León, fue una ciudad astur romana de la provincia Tarraconense la más importante de los astures. Estaba en la meseta de los ríos Porma y Esla. El origen de la ciudad data de la Edad de Bronce y posteriormente una ciudad romana. Se creé que la población de la ciudad rondaba los 30.000 habitantes. En la época prerromana alcanzó una extensión de 30 hectáreas. A finales del siglo I Lancia alcanzó el grado de municipium flavium, una prueba de ello son los tipos de edificaciones públicas, la red de alcantarillado, y el urbanismo existente de planta reticular. Entre las construcciones de la zona destacan el mercado y las termas. Ambas conservan sistemas de drenaje o cloacas, lo que indica el uso interno de agua. En las termas hay restos del frigidarium, así como unas escaleras semicirculares y un banco corrido. La existencia de numerosos baños públicos avala las tesis sobre la elevada población que llegó a concentrar Lancia. Entre los hallazgos podemos destacar la aparición de alrededro de 150 sepulturas de diversos estilos y épocas. Las urnas funerarias resultaron ser auténticos tesoros. En su interior se han podido rescatar monedas, lámparas, platos y una gran variedad de adornos, como pulseras, fíbulas, hebillas y torques. El yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica en 1994. Se tiene referencia del mismo desde el siglo XVI
El yacimiento arqueológico de Castro Ventosa se encuentra situado en el pueblo de Pieros compartiendo territorio con Villafranca del Bierzo, sobre un cerro formado por el río Cúa a 638 metros de altitud y desde el cual se puede contemplar prácticamente la totalidad de la comarca. El vestigio más importante de Castro Venosa es la magnífica muralla de Época Bajo imperial Romana comparable a las de León, Lugo, Astorga o Braga. Este elemento estructural poderosamente atractivo que ha llamado la atención de diversos eruditos y viajeros que lo describieron desde le siglo XVIII siendo declarado Monumento Histórico en 1931 y actualmente está protegido como Zona Arqueológica. El conocimiento científico de Castro Ventosa es precario por la ausencia de excavaciones sistemáticas y hasta el momento todos los esfuerzos se han dirigido a la conservación y estudio de sus murallas. Este recinto fortificado está constituido por una muralla torreada de 1.136 m, adaptada a la topografía del terreno de 4 m de ancho y 8 de alto y 15 torreones situados al noroeste. Las puertas de acceso a la cuidad están en los extremos del camino central que atraviesa la meseta castreña, orientadas al Este y Oeste